«La premisa básica es que no sólo enferma el cuerpo»

V.M.
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«Rof Carballo desarrolló un diálogo entre la medicina científica y la antropológica»

El doctor Antonio Piñas Mesa, profesor adjunto de Antropología de la Universidad San Pablo CEU. - Foto: A.P.M.

El doctor Antonio Piñas Mesa, profesor adjunto de Antropología de la Universidad San Pablo CEU y miembro del Instituto Emmanuel Mounier, presentará hoy, a las 20 horas, su obra La curación por la palabra en el salón de actos del Ateneo Albacetense.

¿Cuál es el hilo conductor de este libro?

Versa sobre un médico gallego, Juan Rof Carballo, fallecido en 1994, al que puede considerarse el padre de la medicina psicosomática  en España.En el libro se habla sobre cómo Rof Carballo desarrolló un diálogo entre la medicina científica y la antropológica, favoreciendo la terapia a través del diálogo con el paciente.

¿Es el principio básico de este tipo de  medicina?

Así es, además él fue un gran ensayista, trabajo mucho en la humanización de la medicina y su obra ha supuesto una gran contribución a la cultura española. Yo especialmente me detendré a lo largo de mi intervención en  la temática de la curación por la palabra.

¿Dónde se sitúa el origen de la medicina psicosomática?

Comienza con el desarrollo del psicoanálisis, a finales del XIX y principios del XX con Sigmund Freud.

¿Cuáles son los campos donde más se utiliza?

Básicamente en el campo de los llamados trastornos por conversión o la patología funcional, los trastornos psicosomáticos donde existe una enfermedad  causada por un factor emocional, social o personal. La premisa básica es que no enferma sólo el cuerpo, sino también la mente, partiendo de ese supuesto se desarrolla una medicina integral, que cure cuerpo y mente.

¿Pretende reivindicar también en su obra la humanización en el campo de la medicina?

Efectivamente, podemos hablar de una tradición europea de médicos que reclamaron la humanización de la salud, ahí está el caso de Gregorio Marañón, de Laín Entralgo o del propio Rof Carballo, muchos profesionales que defendieron ese proceso integral de la medicina, mejorando también los factores sociales, por ejemplo el trastorno del «síndrome del quemado» en el trabajo, del que tanto se habla hoy, es un tema que ya viene de antiguo.

¿Uno de los objetivos que persigue está técnica médica es el propio descubrimiento del individuo?

En efecto, es un trabajo de autoconocimiento tendente a ir a la causa real de determinadas enfermedades. Es un enfoque necesario, pero poco trabajado actualmente por desgracia, pese a que si se implantase su abordaje en psicología y psiquiatría supondría una reducción de costes en el ámbito de la medicina, porque podrían reducirse muchas pruebas diagnósticas y fármacos escuchando y dedicando más tiempo al paciente para determinar las causas de su trastorno y derivarle a los especialistas adecuados.

Así pues, ¿se aplica de forma aislada hoy en día?

No se aplica mucho porque actualmente vivimos en la cultura de la biomedicina, la tecnomedicina, la medicina de la evidencia, por lo tanto este enfoque está bastante abandonado a día de hoy. En el sistema de la Seguridad Social si a un paciente lo derivan al área de  Salud Mental tendrá un trato muy discreto y se le dedicará relativamente poco tiempo, porque la psicología y la psiquiatría casi brillan por su ausencia en la Sanidad pública.