La cabecera del Tajo terminará el año hidrológico en alerta

C.S.Rubio
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Lo informes del Ministerio de Transición Ecológica alargan hasta octubre el llamado 'nivel 3' de alerta (el paso previo a cortar el trasvase al Segura) en Entrepeñas y Buendía. Una situación que previsiblemente se mantendrán hasta finales de año

La cabecera del Tajo terminará el año hidrológico en alerta - Foto: José Miguel Esparcia

La situación del Tajo no mejora. El último informe del Ministerio de Transición Ecológica apunta ya que la cabecera del río terminará el año hidrológico (1 de octubre) en alerta por sequía (nivel 3). Es más, vista la previsión de Moncloa para Entrepeñas y Buendía de cara a ese mes (en torno a 500 hectómetros cúbicos), es más que probable que la ‘alerta’ se mantenga al menos hasta finales de 2021.  

Un ‘nivel 3’ (el ‘nivel 4’ implica el cierre del trasvase por falta de agua) que se alcanzará en julio, según la documentación presentada por el Ministerio a la Comisión Central de Explotación del Tajo-Segura y como ya avanzó hace un mes este diario.

Y eso pese a los aportes extra de agua recibidos entre enero y febrero a cuenta de los estragos climáticos provocados por la borrasca Filomena. En esos meses, Entrepeñas y Buendía recibieron más de 433 hectómetros cúbicos, una de las cantidades más altas para ese periodo en los más de cuarenta años de historia del trasvase, como reconoce el citado informe.

Con todo, la historia se repite. Sin ir más lejos, en 2020 el Tajo entró en ‘nivel 3’ por sequía en agosto, tras una primavera especialmente lluviosa. Y entre junio de 2017 y marzo de 2018 el trasvase estuvo cerrado por situarse los pantanos de cabecera por debajo de la barrera a partir de la cual no se puede mandar más agua al Levante (400 hectómetros cúbicos). «Será otro verano  más sin agua», «cuando más la necesitamos», se lamenta ya hace unas semanas  la presidenta de la Asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía, María de los Ángeles Sierra.

Mientras esto ocurre en el Tajo, en Madrid está pendiente la aprobación por parte del Consejo de Ministro de la reforma del Real Decreto 773/2014, que regula la gestión del Tajo-Segura y que, básicamente, pretender reducir el volumen actual de los trasvases en ‘nivel 2’ (normalidad) de los actuales 38 hectómetros cúbicos mensuales a un máximo de 27. Texto que ya cuenta con el visto bueno del Consejo Nacional del Agua, órgano consultivo vinculante a la hora de hablar de política hídrica. 

Desde la citada asociación de Municipios Ribereños de Entrepeñas y Buendía se pone en valor este hito, que confía que vea la luz  en el Boletín Oficial del Estado en breve. No obstante, su vista está puesta algo más allá, en abril del año que viene, fecha en la que está prevista la publiación del esquema de temas importantes del nuevo Plan Hidrológico del Tajo. Un documento que, como recuerdan, deberá incluir los caudales ecológicos del Tajo reconocidos en sendas sentencias del Tribunal Supremo y  el establecimiento de «una lámina permanente de agua en la cabecera del río».

Este plan hidrológico, a juicio de esta asociación, anulará el vigente Memorándum del Tajo-Segura, aprobado en 2014 por los Gobiernos de España, Castilla-La Mancha, Valencia y Murcia, todos ellos entonces gobernados por el PP. 

Como exponen en declaraciones a La Tribuna, «esperamos del Ministerio de Transición Ecológica  un salto evolutivo a una gestión sostenible del agua, frente al expolio de un territorio para que otro sea la huerta de Europa con un recurso que no tiene».