Solo un informe emitido por los servicios de Prevención podrá imponer la obligatoriedad del uso de la mascarilla en el interior de los centros de trabajo. A la espera de conocer la letra pequeña del Real Decreto aprobado ayer por el Consejo de Ministros, que elimina el uso obligatorio de la mascarilla en el interior, con excepciones en los centros sanitarios, sociosanitarios, farmacias y transporte público, ayer fue un día de mucha incertidumbre y dudas en el ámbito del trabajo, tanto por parte de la patronal como sindical.

«El verdadero reto es transitar hacia una nueva normalidad en la que el uso de la mascarilla en espacios cerrados y de uso público pase a ser una recomendación», dijo el secretario provincial de Salud Laboral de Comisiones Obreras de Albacete, Francisco Honrubia, quien advirtió que la decisión de que las plantillas continúen con las mascarillas puestas en el interior de los centros de trabajo tiene que ser de la empresa, pero no de forma «arbitraria», sino «a través de una evaluación de riesgos de los puestos de trabajo que determine las condiciones en las que se desarrolla la jornada laboral».

Es decir, tal y como corroboró Honrubia y siempre a la espera de conocer en detalle el Real Decreto que será publicado este mismo miércoles, hasta que no exista un informe de prevención no se puede obligar a los trabajadores a continuar con la mascarilla en el interior de las empresas a partir de hoy. «Tienen que ser los servicios de Prevención los que comprueben si, efectivamente, en el centro no se cumple la distancia interpersonal y una ventilación adecuada que pueda suponer un riesgo para la salud de los trabajadores», insistió el dirigente sindical.

(MÁS INFORMACIÓN EN EDICIÓN IMPRESA Y EN LA APP DE LA TRIBUNA DE ALBACETE)