«Quiero pintar lo que siento, no tanto lo que veo»

Antonio Díaz
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El Museo de Albacete acoge la exposición 'Latidos metafísicos del paisaje' hasta el 29 de mayo

Juan Berenguel. - Foto: Arturo Pérez

El Museo de Albacete acoge, hasta el 29 de mayo, una exposición de Juan Berenguel, Latidos metafísicos del paisaje, muestra organizada por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Fundación Impulsa. El pintor comentó a La Tribuna de Albacete algunas singularidades sobre su primera exposición en Albacete.

Mostró su obra en el Museo de Santa Cruz, de Toledo, y ahora en el de Albacete.

Efectivamente. La verdad es que tenía mucho interés por hacer una exposición en este magnífico museo y la verdad es que quedó espléndida y estoy muy satisfecho, sobre todo por traerla a una ciudad tan querida para mí, como es Albacete. 

¿Cómo son esos Latidos metafísicos de la naturaleza?

Bueno, esto de la pandemia nos dejó a todos más sensibilizados con determinadas cuestiones de la vida, las cosas que nos rodean, como la naturaleza. He querido centrar más esta exposición en esos latidos metafísicos de la naturaleza, esas sensaciones íntimas que yo experimento cuando la observo, como puede ser la quietud, el silencio que me producen determinados paisajes, la nostalgia, la tristeza y la soledad y también, en algunos casos, la desolación y muerte de la naturaleza, con el daño que el ser humano hace en algunas ocasiones. Pero no es solamente eso, la exposición es esperanza y vida, cuando despierta un nuevo día y el paisaje  se tiñe de color y las flores inician su diálogo, lleno de esperanza. Esas sensaciones son las que pretendo reflejar en mi obra, que son las que conforman, para mí, esos latidos metafísicos del paisaje, título de esta exposición.  

¿Un número importante de obras?

Sí, he seleccionado un número importante de obras porque es el trabajo de los últimos cuatro años, desde 2018  al 2022 y hay colgadas 76 obras, de las cuales, exceptuando unas 10, 15, que son de una época anterior, el resto está todo pintado como decía en estos cuatro últimos años.  

¿Óleo sobre lienzo?

Sí, la técnica es óleo sobre lienzo adherido a tabla, igual para toda la obra, excepto 12 dibujos que forman parte de un apartado muy especial y que en alguno de los casos, son bocetos de obras al óleo.  

Sensación íntima, decía, con esa fuerza de la naturaleza y el paisaje. 

Pretendo expresar en mis obras lo equivalente a lo que siento cuando observo la naturaleza. No quiero solamente pintar, que también, el paisaje de una forma mimética,  quiero quedarme con las sensaciones que experimento y siento. En definitiva, quiero pintar lo que siento, no tanto lo que veo, por eso en las obras que conforman la exposición, el núcleo principal es un grupo temático relacionado con el mundo de los árboles, desde los que viven entre paisajes invernales, que conviven también con las templadas luces de la primavera, a esos paisajes íntimos también, mirados muy de cerca, como pueden ser de flores en la noche, que además reflejan manifiestos de belleza, personajes que caminan entre brumas. Pretendo crear mi propia realidad en las que juegan un papel primordial esas sensaciones a las que me he referido, como el silencio de los espacios abiertos. 

¿Tiene cabida el ser humano en esta producción?

El ser humano juega un papel importante, sobre todo en los últimos cuadros de esta muestra. En 10 o 12 obras aparece el ser humano incorporado al paisaje. Creo que además todos mis cuadros son intimistas y, bajo mi punto de vista, pretenden transmitir estos latidos metafísicos a los que me refería.  

¿Una constante?

Así es, el ser humano es una constante en mi obra, desde el principio. Entonces, creo que es muy difícil hacer una obra tan amplia como la que forma parte de esta exposición sin que la figura, el ser humano, esté presente. Somos una misma cosa. Hombre y naturaleza, es una misma cosas y no pueden andar de una manera separada, independientes. 

Su primera exposición en la ciudad.

Es la primera vez que expongo en Albacete y por eso tenía muchas ganas de venir.