Poco a poco, la situación de las carreteras en la provincia de Albacete se normaliza en medio del peor episodio de frío en lo que llevamos de siglo. A las cinco de la tarde de ayer, según la DGT, solo quedaba un tramo completamente cortado, entre los kilómetros dos y ocho de la AB-507 y entre los municipios serranos de Molinicos y Ayna.
De hecho, casi todos los tramos que presentaban alguna clase de limitación a la circulación formaban parte de la red provincial. En nivel rojo, con prohibición de circulación para vehículos pesados y cadenas obligatorias, había seis tramos, casi todos ellos situados en las Sierras de Alcaraz y el Segura.
Las vías serranas con problemas eran la AB-5017 a la altura de Molinicos; la AB-516, entre Riópar y Paterna; la AB-515, entre Peñascosa y Paterna y la AB-515, entre Robledo y Masegoso. A ellas se sumaban la AB-702, entre Munera y Minaya, y la AB-100, a la altura del término municipal de Montalvos.
Para conseguir reducir aún más esta lista, los efectivos del Sepei y del Parque Móvil de la Diputación de Albacete trabajaban a destajo en la atención a núcleos de población, llegando a visitar una quincena en 24 horas, y en esparcir unas 60 toneladas de sal en 1.800 kilómetros de la red provincial.
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