Juan L. Hernández Piqueras

Juan L. Hernández Piqueras


Cabalgata con mascarillas

06/01/2022

Calles Iluminadas, brillantes carrozas y la sonrisa e ilusión de los más pequeños han vuelto a estar presentes en la pasada noche, con los Reyes Magos cumpliendo su cometido y siendo capaces, que para eso son magos, de consumar su ritual y ser fieles a su cita anual como esperábamos aunque, eso sí, con mascarillas. Pues no en vano los reyes deben ser ejemplares, como bien sabemos y tanto se nos ha recordado en estos últimos tiempos, y que cuando no lo son el escándalo está servido.
 Las cabalgatas de este año, no había otro remedio, se han intentado salvar y el esfuerzo realizado para ello merecía la pena: medidas especiales, mantenimiento de las distancias de seguridad, nada de lanzamientos de caramelos y aglomeraciones por doquier… y, por supuesto, con mascarillas sea por convicción o por obligación. Otros han optado por las cabalgatas estáticas como alternativa a las tradicionales y habituales de siempre, como una fórmula más segura, pero en cualquier caso no se ha renunciado al intento de salvar una de las esencias de la Navidad. Un intento de salvamento que es, y muy especialmente en momentos como este, un gesto de rebeldía al sometimiento al que nos induce la pandemia que no cesa y que nos aventura que quizás será uno de los rasgos que caracterizará a este nuevo año recién iniciado a la vista del hastío, el hartazgo y el cansancio que nos produce abordar ya el que es el tercer año de pandemia que nos recuerda al cuento aquel de nunca acabar que nos narraban nuestros abuelos, personajes claves de aquellas navidades que ahora añoramos y que destrozó una plaga que vino de Oriente como los Magos que, con mascarilla, llegaron en la noche de ayer. 

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