Son muchos los llamados y pocos los escogidos. La ya legendaria frase, atribuida por el evangelista Mateo a Jesucristo en una de sus parábolas, se puede utilizar a la perfección en referencia a los artistas que logran hacer el paseíllo en  la catedral o cátedra de nuestro género lírico: el Teatro Nacional de la Zarzuela. Cual acontece con el hellinero Joselu López, un completísimo profesional  -actor en teatro, cine y televisión; cantante y bailarín- que a partir del día 10 del próximo mes de noviembre se subirá al mítico escenario para el estreno de una nueva versión de uno de los títulos clásicos, La del manojo de rosas, de Pablo Sorozábal. Será la cuarta vez que Joselu, quien también ha hecho varios de los grandes musicales, actúe en la Zarzuela.Y, paradojas de la vida, resulta que al hellinero no sólo no le interesaba nada este género ni había pensado nunca dedicarse profesionalmente a él, sino que, como admite ahora entre risas cómplices, «hasta hace cinco años  pensaba que era un género muerto».  Sin embargo en 2016 se cruzó en su camino el Proyecto Zarza, creado por el director del Teatro, Daniel Bianco, en el que se realizan grandes obras del género lírico hechas por y para jóvenes «y lo cambió todo», cual admite.
Y es que este proyecto le dio la oportunidad de conocer más profundamente este género tan español, y a la par darlo a conocer a él como actor y cantante y actor-cantante. No es de extrañar que amplíe sus palabras y se extienda al respecto: «Descubrí un teatro único en el mundo, unas ganas increíbles por renovar la zarzuela, unos trabajadores que me trataron de maravilla y una directiva que nos abrió las puertas del teatro como si de nuestra casa se tratara. Insisto en que varió para siempre mi forma de entender y valorar el género por completo».
Así llegó su debut hace tres años con la zarzuela Veinticuatro horas mintiendo, de Francisco Alonso, y tras el éxito global y particular, la repetición ya a principios de este año –por fortuna antes de la pandemia, siendo el último espectáculo del Teatro- con todo un clásico como Agua, azucarillos y aguardiente, de Federico Chueca. Y ahora otro de los títulos habituales y más representados como es La del manojo de rosas, dónde avanza que interpretará «al personaje de Capó, el intrépido mecánico que intentará conquistar a Clarita»

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