El último partido oficial del año para el Real Madrid, el primero tras el parón por el Mundial de Qatar 2022, es una oportunidad para que los españoles Marco Asensio y Dani Ceballos demuestren que merecen la renovación de un contrato que acaba al final de la presente campaña y que les permite, desde el 1 de enero, negociar con el club que consideren oportuno.

Cuatro meses después de que sus nombres fueran protagonistas del mercado del conjunto merengue y de que finalmente se quedaran, centrocampista y extremo vuelven a salir a la palestra con su futuro en el aire.

La renovación no ha llegado para ninguno y, acabando su vinculación con el equipo el próximo 30 de junio, su futuro parece estar ahora mismo alejado de seguir vistiendo de blanco.

Ceballos solo ha jugado 209 minutos en lo que va de temporada, y todo apunta a que mañana ante el Valladolid disfrutará de su tercera titularidad del curso, a la vez que el Betis vuelve a aparecer en escena.

Ya lo hizo con fuerza durante el pasado verano, postulándose como el destino favorito de un utrerano que nunca ha ocultado su amor por los colores verdiblancos, acudiendo al palco del Benito Villamarín en repetidas ocasiones.

Sin embargo, no hay, de momento, un próximo paso claro y el más inmediato es responder en el terreno de juego a la confianza que siempre le ha dado Ancelotti, a pesar de la enorme competencia con la que cuenta en la medular.

El italiano siempre ha ponderado la profesionalidad de Ceballos y su buen hacer con el balón, esa magia que tiene en sus botas. Por ello puso de su parte para convencerle de que se quedara durante el pasado período estival, aunque para el próximo la historia, por la falta de minutos, podría acabar de manera diferente.

Misma estrategia

Fue un mercado movido también para Asensio. Inicio de temporada convulso, con el técnico transalpino sin contar con él y haciendo pública la situación respecto al futbolista. Buscaba una salida y hasta que no se resolviera su futuro no le iba a poner sobre el terreno de juego.

Una disyuntiva provocada por su contrato. A un año de finalizar el mismo y sin oferta de renovación sobre la mesa, el tercer máximo goleador del Real Madrid en la 21/22 (12 goles) estuvo cerca de hacer las maletas. Pero se quedó y su rendimiento ha tenido altibajos.

El peor momento fue cuando no tuvo minutos ante el Mallorca en septiembre y mostró su enfado con Ancelotti. La explosión realizadora de Fede Valverde jugando de extremo derecho y un Rodrygo Goes que actuó en dicho costado a la vez que en sustitución de Benzema le cerraron las puertas.

Solo 426 minutos en total, con tres goles, tres asistencias y cuatro titularidades, pero tres de ellas en el momento clave, antes de que Luis Enrique diera la lista para el Mundial, en la que entró Asensio y acabó siendo titular en tres de los cuatro partidos

Un rol que con la vuelta de Benzema no tendrá de momento en el Real Madrid, pero sí será, salvo sorpresa, de la partida frente al Valladolid en el José Zorrilla.

«Ojalá se pueda dar la renovación», señaló en el mes septiembre tras el convulso verano, pero esta, actualmente, no ha llegado y, como Ceballos, ambos serán libres de negociar con cualquier equipo y decidir su destino desde el 1 de enero y tendrán, en el reinicio de la competición liguera, la oportunidad de reivindicarse con el fin de ganarse una última oportunidad para conseguir la permanencia en el actual campeón de Europa.