Hay músicos en la historia que no necesitan presentación porque han conseguido formar parte de la memoria colectiva en la cultura universal, entendiendo por universo el mundo occidental y su inmensa zona de influencia, más allá de Europa y América del Norte.
Georges Gershwin, autor de Un americano en París, Porgy and Bess, Rapsody in Blue y una sobresaliente obra tanto instrumental como vocal, coronada por reconocidos éxitos, fue nominado a la Mención canción original  de los Premios Oscar de Hollywood en su 10ª edición, en el año 1938, por su canción «They Can’t Take That Away From Me», con música suya y letra de su hermano Ira, en la película titulada Swing Time, considerada cultural, histórica y estéticamente significativa por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry, conocida en España como En alas de la danza, dirigida en 1936 por George Stevens y protagonizada por Fred Astaire y Ginger Rogers. En realidad, la academia pasó de soslayo por esta nominación, declarando ganadora a la canción «Sweet Leilani» de Waikiki Wedding (Boda en Waikiki), con letra y música de Harry Owens. Pero si hablamos de éxitos y trascendencia indiscutible de sus canciones, más allá de los premios, pocos casos en la historia de música americana que hayan alcanzado la popularidad de Summertime, en versiones de todo tipo, desde las inolvidables damas del jazz como Billie Holiday (1936) o Ella Fitzgerald (con Louis Amstrong, en 1957), pasando por Miles David (1958), Oscar Peterson, Nina Simone (ambos en 1959), Duke Ellington (1961), y tantos otros, hasta la versión de la artista retro neuyorkina Elizabeth Woolridge Grant, conocida como Lana del Rey, en 2020, sin perder de vista curiosidades como una versión en directo del 42 presidente de USA, Bill Clinton, en 1994.

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