La segunda ola de la pandemia empieza a perder fuerza en las grandes localidades de la provincia. De hecho, empezó a perder fuerza durante la primera quincena del mes de noviembre, aunque a un ritmo muy lento y sin abandonar la situación de ‘riesgo extremo’, de acuerdo a los criterios establecidos por el Ministerio de Sanidad.

Ésta sería la principal conclusión de un análisis estadístico elaborado por José Agustín García Talavera, profesor de Gestión Financiera y ponente de Estadística. Por desgracia, su análisis también advierte de que hay dos municipios de la provincia donde la segunda ola se resiste a bajar el paso, que son Tarazona de La Mancha y Chinchilla de Montearagón.

El análisis del profesor García Talavera toma como punto de partida los datos que la , la Consejería de Sanidad de Castilla La Mancha publica desde el 30 de agosto, sobre la evolución numérica de población infectada de coronavirus por términos municipales, contabilizando los nuevos casos de contagio en dos semanas epidemiológicas consecutivas.

«Lo ideal sería que tuviésemos los datos por municipios de la primera ola», explica a La Tribuna de Albacete, «porque si pudiésemos compararlos tendríamos una idea mucho más precisa de la evolución de la pandemia pero, por desgracia, durante la primera oleada no se publicaron estos datos, solo los tenemos desde agosto».

Otra limitación que él mismo reconoce es que los datos se publican cada semana, de viernes a viernes, lo que hace que los datos que facilitan las administraciones reflejen la situación de la semana precedente, no de la actual. Aún así, el análisis de un indicador estadístico clave denominado IA-14 permite llegar a varias conclusiones relevantes sobra la evolución de la pandemia en la provincia.

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