"El gran reto de la Enfermería pasa por ampliar plantillas"

Teresa Roldán
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Con motivo de las Jornadas por el Día Internacional de la Enfermería, el profesor de la UCLM ya jubilado, Elías Rovira, fue reconocido por sus compañeros de profesión por su gran vocación docente y enfermera

Elías Rovira, profesor jubilado de la Facultad de Enfermería del campus de Albacete. - Foto: Rubén Serrallé

Aunque se jubilóó en septiembre de 2020 tras más de tres décadas impartiendo docencia en la Facultad de Enfermería del campus de Albacete, donde ha formado y despertado la vocación de unos 3.000 enfermeros, Elías Rovira, enfermero de profesión y docente de vocación, que a lo largo de su trayectoria profesional no ha dejado de formarse, lo que además de la diplomatura le llevó a obtener el doctorado, acaba de ser reconocido en las Jornadas por el Día Internacional de la Enfermería, tras la despedida que tras dejar las aulas le brindaron hace ya más de un año sus compañeros y amigos. En su currículum Rovira puede presumir también de abanderar la lucha contra el SIDA, como presidente del Comité Ciudadano Anti-SIDA, de haber sido el portavoz municipal en el Ayuntamiento de Albacete de Izquierda Unida, de inventar un laringoscopio para ayudar a intubar, de ser un apasionado de la poesía japonesa, de los haikus, y un columnista. Pero sobre todo uno de sus mayores orgullos es la importa como profesor que ha dejado en el gremio enfermero y las muestras de cariño que día tras días le dispensan sus antiguos alumnos universitarios.

¿La Enfermería le debía este reconocimiento por su dedicación a la docencia de la profesión?

La verdad es que me ha hecho mucha ilusión. Ya me hicieron una cena mis compañeros de la Facultad, que fue muy entrañable, y la verdad es que yo pensaba que se iba a quedar ahí la cosa, pero cuando me llamaron por teléfono para decirme que me iban a dar este reconocimiento me sentí muy afortunado y feliz, porque son mis compañeros de profesión, no ya sólo los de la universidad, sino de todos los niveles asistenciales donde la Enfermería tiene presencia,  y además que haya sido en el marco de unas Jornadas, que en sus inicios yo ayudé a organizar y poner en marcha, y que en mis años que estuve de director de la entonces Escuela de Enfermería, yo impulsé, me da mucha alegría. Todo un orgullo y un agradecimiento tremendo a mis compañeros. 

¿Cuándo se despertó su vocación por la Enfermería?

Yo empecé estudiando Medicina en Murcia pero aquello no me llamaba, no me impliqué en ningún momento. Entonces me vine para Albacete y empecé a estudiar Enfermería, y al principio me pasó un poco igual. Eran unos momentos entonces en que eres joven y no sabes lo que quieres, pero cuando empecé las prácticas se me metió el gusanillo, y dije, esto es lo mío, y desde entonces he vivido por y para la Enfermería. Fue el contacto con los pacientes lo que inclinó la balanza, la de formarme sobre esta profesión, y dar de mi lo mejor, siempre lo he vivido con mucha pasión. Esa es la clave.

¿Cómo ve ahora el momento actual que vive la profesión enfermera?

Se ha demostrado en la pandemia del coronavirus lo verdaderamente necesaria que es la Enfermería y la calidad asistencial que da el disponer de una profesión como es la española, bien formada y preparada. El reto de la profesión lo pondría en hacer ver a las instituciones y empresas sanitarias que las plantillas de Enfermería de los centros son extremadamente cortas y que hay que ampliarlas.Y esto tiene que ser una demanda de todos, de los veteranos y de la gente joven, porque les va en ello su futuro laboral, pero sobre todo, porque al final esto va a repercutir en aumentar la calidad de vida de la población. 

En España tenemos el mismo número de enfermeras por habitante, es decir, la ratio, que tienen en Eslovenia y Hungría. Estamos muy por debajo de la media europea, y por ello este déficit se tiene que subsanar, porque no es justo que tengamos a los mejores profesionales de Europa y sin embargo los tengamos en la menor cantidad. El conseguir unas plantillas ajustadas a la población que atienden los profesionales es el gran reto. También la aportación de la Enfermería en investigación es otro reto para el crecimiento de la disciplina.

¿Cómo ve el desarrollo de las especialidades de Enfermería y la dotación de plazas de especialistas en el sistema público de salud?

Este es otro de los grandes retos por los que pasa esta profesión. Es impensable que otras profesiones, como la médica,  por ejemplo un traumatólogo ejerza la medicina en otra especialidad a la suya, es algo inaudito, y sin embargo, en Enfermería tenemos especialidades que no se están reconociendo y a especialistas trabajando en sitios distintos al de su especialidad. Tenemos a gente muy bien preparada, a especialistas como la copa de un pino y sin embargo no están debidamente aprovechado, algo que también la sociedad debería reclamar, porque esto se traduce en calidad de cuidados. Es una de las grandes asignaturas pendientes de la profesión.  

Hay servicios, como UCI, Urgencias y el Área Quirúrgica, que tienen unas características muy especiales, que necesitan de una especialización enfermera. 

Además de la recuperación de la carrera profesional, los sindicatos de Enfermería están reivindicando que los enfermeros como graduados que son sean incluidos en el grupo A y no en el B de cara a la retribución salarial ¿lo ve justo?

Las diferencias salariales entre médicos y enfermeras deben estrecharse para que puedan tener sueldos más acordes. Yo creo que sería bueno este reconocimiento para la Enfermería, en especial para su dignificación profesional, para que al final se tenga un salario acorde a lo que implica tener unos estudios de grado, en igualdad de condiciones que otros profesionales sanitarios.