Es sabido que la política suele hacer extraños compañeros de cama, pero lo que no se esperaban los regantes de la Mancha Oriental era tener que celebrar una iniciativa presentada por los ‘indepes’ catalanes sobre una de sus reivindicaciones históricas, el establecimiento de tarifas eléctricas diferenciadas para los usuarios de agua de riego en función de la época del año.

Este miércoles, el Pleno del Congreso aprobaba la enmienda número 2084 a los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021 para crear una modalidad de contrato eléctrico al regadío que contemple dos potencias distintas, una para cada uno de los semestres del año. La ponente de la enmienda es la diputada Laura Borrás, parlamentaria de Junts per Catalunya.

La moción obliga al Gobierno a aprobar en un máximo de seis meses un reglamento que regule un contrato de acceso para regadío “que contemplará la posibilidad de disponer dos potencias diferentes a lo largo de 12 meses, en función de la necesidad de suministro”. Además, el Gobierno deberá elaborar un Plan de Fomento de la Eficiencia Energética en Explotaciones Agrarias.

Preguntado por la aprobación de esta enmienda, el presidente de la Junta Central de Regantes (Jcrmo), Herminio Molina, señalaba que “nos deja un regusto agridulce; ciertamente, ya era hora de que alguien pusiera este asunto sobre la mesa, pero es un tanto chocante que sean los independentistas catalanes y no los partidos ‘de estado’ los que hayan dado el paso”.

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