El periodista y escritor Máximo Huerta visita hoy Albacete. Presentará en Librería Popular, a las 19 horas, su última novela, Adiós, pequeño, premio Fernando Lara 2022. El autor comentó  a La Tribuna de Albacete algunos aspectos de esta obra sobre el peso de la familia.

Una excelente tarjeta de presentación para una novela, el premio Fernando Lara. 

El premio Fernando Lara me ha confirmado que lo que hago, no solamente me gusta, además me da ánimo y gasolina para seguir escribiendo novelas. 

Una novela que no es nada fácil para usted.

Adiós, pequeño es una novela importante en mi vida, en mi carrera literaria y no volverá a suceder, porque de donde he bebido para escribirla, de mi madre, ya no me lo podrá volver a contar, por el olvido que ha empezado a aparecer. 

¿Fue muy complicado escribir sobre la familia, sobre uno mismo?

En el fondo, todos los escritores escribimos sobre cosas que conocemos. Todos los escritores construimos novelas de lo que hemos visto o viajado y lo único que hay que hacer es traducir lo que está dentro, entonces, en Adiós, pequeño, la historia ya estaba escrita, a mí me gustan las historias cercanas que pueden suceder en la calle de al lado y lo único que he hecho es traducir una novela que ya estaba dentro de mí.  

¿Difícil sacarlo?

Al contrario, no tienes que inventar ni ficcionar o mentir. Lo único que tienes que hacer es ser valiente y construir ese puzle, ese espejo, para que los lectores se puedan mirar. Al final, todos nos parecemos y tenemos vidas muy similares, por eso el libro está llegando tanto. Todos los escritores hemos buceado en las cosas más cercanas. 

¿Cómo es ese retrato de Clara, Máximo o la abuela Irene?, ¿nostálgico?

Es un  retrato verídico y absolutamente sincero, por eso todos los lectores y lectoras están viendo a su abuela, a sus padres, en la historia de todos esos matrimonios que intentaron ser felices.  

¿Están los grandes y pequeños temas comunes?

Las novelas importantes, al final hablan de la vida, la familia, la muerte y el paso del tiempo. Esos son los temas que tienen las grandes historias que a mí me ha gustado leer, también escribir, y esta novela también los tiene.  Los temas que de verdad nos sacuden el corazón son los que a mí me sacuden a la hora de escribir.  

¿Cómo son las relaciones entre ese niño y su familia?

Pues dependiendo del año  y las circunstancia y de quienes nos rodeen. Somos el resultado de aquellos niños que fuimos y hoy, como adultos, somos lo que queda del niño que fuimos y del tiempo que nos tocó vivir.  

¿También está presente su oficio, de periodista, de escritor en la obra?

Los periodistas, en el fondo, somos observadores de la vida. Periodistas y escritores trabajamos observando lo que nos rodea y contándolo y eso tiene en común la palabra.  

Después de Con el amor bastaba, fue complicado construir de Adiós, pequeño.

Adiós, pequeño ha sido fácil y difícil, fácil porque ya estaba escrita y difícil porque había que arañar para llegar al fondo de las emociones.  

¿Hay ideas para otra novela?

Siempre escribo, si paro cuesta arrancar. Hay otra novela en marcha e idas para otras historias.   

¿Vuelta a la televisión?

De vez en cuando presento programas y ahora estoy con entrevistas en la Televisión Valenciana y pronto estaré en Televisión Española.   

¿Arrepentido de su paso por la política, de ponerse al servicio de su país?

Es una historia que viví hace ya cuatro años y forma parte de mi historia. No me puedo arrepentir de un momento tan importante de mi biografía.    

Soportó muchas críticas, incluso de compañeros.  ¿Hay cierto rencor?

No. El rencor me molesta mucho y, además, no puedo tener tanta memoria y acordarme de todos los nombres, es imposible. Eso me haría vivir de forma complicada, prefiero olvidar lo que dijeron  para vivir más tranquilo. Si no fuese así, no podría sentarme con muchos  periodistas que me criticaron.