Gálvez: "Riazor es un escenario ideal para lograr algo épico"

A.G.
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El capitán es el único jugador de la plantilla actual del Albacete que sabe lo que es vivir un ascenso con la camiseta del club manchego. Confía en repetir este sábado en Riazor

Rafa Gálvez. - Foto: José Miguel Esparcia

Rafa Gálvez cerrará este sábado la primera temporada de su segunda etapa en el Albacete Balompié. No participó en el campo tanto como le hubiera gustado, pero tiene la responsabilidad de la capitanía en la semana más crucial de la campaña, la previa al partido decisivo por el ascenso, que además se disputa en el campo del rival.

Alejarse de la polémica extradeportiva es uno de los objetivos de estos días.

¿Qué sensaciones se viven en el vestuario en la semana más decisiva del año?

Sobre todo hay ganas de que llegue el partido. Esta semana no hay nervios, sino ganas de ponernos manos a la obra y poder celebrar el ansiado ascenso.

Ahora nos centramos en cada entrenamiento, en preparar bien el partido, descansar tanto las piernas como la cabeza y llegar al partido con tranquilidad, pero siendo conscientes también de los que nos jugamos. A todo el equipo, al club y a la ciudad nos puede cambiar la vida.

Con los resultados que se dieron después de Andorra, el ambiente parecía haberse enrarecido, pero el equipo respondió en un día crucial, ¿se sienten reivindicados?

Sí, fue un final de liga un tanto gris, con muchas dudas e incertidumbre, por lo que hacer el partido que hicimos fuera de casa, en un duelo de play-off y ante un gran rival como el Rayo Majadahonda, nos hace afrontar la final con otra mentalidad, con la mayor confianza posible, las ganas intactas y mucha ilusión por lo ya dicho: que pite el árbitro el final y haber conseguido el objetivo.

 ¿Ha intentado el equipo aislarse de la polémica generada porque Riazor sea la sede de la final?

Sí, al fin y al cabo no creo que consigamos ya nada quejándonos. Hay que afrontarlo, al fin y al cabo es fútbol, son cuatro líneas en las que se decide todo dentro de ellas, y nosotros intentamos quedarnos al margen y pensar en afrontar el partido     

Ese ruido externo venía precedido también de las polémicas en semanas previas sobre el Andorra y Piqué, ¿cómo se ha vivido ese convulso final de temporada?

Ha sido un final de año complicado con tanta historia, pero al final nos hemos centrado en el fútbol, fuesen los resultados positivos o negativos, con la mayor naturalidad posible.

Va a ser imposible que la afición del Albacete sea mayoría en Riazor, pero se están organizando viajes, ¿sentirán su aliento?

Sí, matemáticamente es imposible que sean más, pero estaremos eternamente agradecidos a los que vayan, sabiendo además que aquí en Albacete miles de personas van a estar apoyándonos a través de las pantallas y nos tenemos que quedar con eso. Las circunstancias nos han dado la espalda en ese sentido, quizá por otros intereses, pero nosotros estamos centrados en llevar al Alba a Segunda División.

Durante todo el año hemos sentido su apoyo. Yo respeto e incluso comparto cuando hubo silbidos, porque la afición debe expresarlo así, pero creo que nosotros hemos dado motivos para que nos ayuden y la afición ha dado motivos para luchar por ellos. El equipo, el club y la ciudad vamos cogidos de la mano para conseguir el objetivo.

En lo meramente deportivo, ¿qué esperan de su rival?

Es un equipo con las ideas muy claras, que juega en casa y al que le ha venido todo de cara, pero nosotros somos el Alba y la única mentalidad que tenemos es la de ascender. 

Por lo que conocen del rival, ¿dónde creen que se le puede hacer daño?

Creo que allí la gente querrá ganar por tres o cuatro cero desde el minuto uno. Si no ven goles, pueden poner nervioso al equipo y hay que jugar con esos minutos, en los que habrá que tener buen trato del balón y paciencia, porque nuestra ocasión llegará y estos futbolistas han demostrado que tienen calidad para jugar en cualquier escenario y creo que este es el idóneo para ganar.

A pesar de la juventud del equipo, la mentalidad es de saber cómo jugar al fútbol, tenemos un jefe que nos marca bien los tiempos para ello y somos conscientes de que vamos a sufrir, pero teniendo muy claro que, con el paso de los minutos, la situación puede ponerse a nuestro favor para lograr el objetivo. 

Precisamente el jefe, Rubén de la Barrera, conoce muy bien al equipo contrario

Sí, él sabe bien cómo es aquello y sabe de su necesidad, pero también es consciente de que este club y esta ciudad merecen estar en Segunda División.

En lo personal, desde su amplia experiencia, ¿en estos partidos se sufre más dentro o fuera del campo?

Puedo hablar del último, en el que estuve fuera, y lo pasé fatal. En cualquier caso, da igual que estés dentro o fuera y disfrutes o no, el caso es conseguir el objetivo. Si a mí me dicen que tengo que estar 90 minutos sufriendo y voy a ascender, bienvenido sea el sufrimiento.

Insisto, quedan ya solo 90 minutos y todo el mundo piensa que no lo vamos a conseguir, ya que el partido es en casa del rival. Es el escenario idóneo para conseguir algo épico para el club y para la ciudad.