El presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental (Jcrmo), Herminio Molina, participó recientemente en una sesión telemática de la Junta de Explotación Júcar-Alarcón-Contreras-Tous de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) que resultó bastante accidentada, por una propuesta sobre los costes a pagar por el agua de los pozos de sequía «tan desequilibrada que se quedó sobre la mesa porque no le gustó a nadie».

Según el relato del presidente de la Jcrmo, la sesión comenzó con la propuesta de los cánones y tarifas a pagar por los usuarios de los subsistemas Contreras y Alarcón-Tous. «Esta primera propuesta no presentó especiales novedades aunque, por enésima vez, le dijimos a los técnicos de la CHJ que como los de la Mancha Oriental usamos los dos sistemas, que nos hagan pagar por separado es un absurdo; nos dieron buenas palabras, que lo verán pero es que cada vez que sale este asunto nos plantean lo mismo».

Pero la polémica vino después, cuando se dio cuenta de la puesta en marcha de la red de pozos de sequía creada en 2008-2009. Lo que todos los usuarios presentes -unos en persona y otros por la red- esperaban es que se pusiera sobre la mesa una propuesta de precios a pagar que fuesen los mismo para todo el mundo, con independencia de la zona de la Demarcación en la que se encuentre cada uno. Pero la propuesta de los técnicos fue muy diferente.

«Lo que nos plantean es una propuesta ponderada en función de las prioridades de uso que marca el Plan Hidrológico y de las normas de sequía», señaló, «una propuesta que no habían visto con nadie y, vaya por Dios, cuando vemos las cifras descubrimos que a la Mancha Oriental nos quieren cobrar 60 céntimos el metro cúbico, lo que nos pareció directamente aberrante, eso es más caro que el agua desalada, de hecho nos pareció un disparate tan grande que propusimos que nos dejasen usar las desaladoras».

La propuesta, al final, quedó sobre la mesa porque todos los usuarios, los de la cuenca alta, la media y la baja estuvieron de acuerdo en rechazar la medida, aunque por motivos muy distintos. «Por ejemplo, los regadíos de la USUJ se aferraron a las condiciones del Convenio de Alarcón para decir que ellos no pensaban pagar ni un euro, ni medio, ni un céntimo por el agua de los pozos de sequía» así que los técnicos de la CHJ, al ver el plante general, dejaron los papeles sobre la mesa.

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