Coincidiendo con el Día del Orgullo, cuatro de los cinco grupos políticos municipales (salvo Vox) han promovido y firmado una moción en la que afirman que «Hellín es una ciudad diversa y como tal, desde ella, debemos trabajar por un mundo de absoluta tolerancia, libertad e igualdad». Recuerdan que «se ha avanzado, pero se necesita seguir en el empeño y eso requiere tiempo, esfuerzo y perseverancia, hay que denunciar la homofobia, bifobia, transfobia, así como cualquier otra manifestación de discriminación tanto activa como pasiva a las realidades no normativas y minoritarias, incluso si se presenta como diversión inocua o un trato cultural aceptado». Los ediles de PSOE, Partido Popular, Agrupación de Electores de Hellín y Ciudadanos, son conscientes de que «desde las instituciones debemos asegurar la igualdad efectiva de todas las personas LGTBI y sus familias, como elemento esencial de una buena convivencia para el progreso y el desarrollo social».

Discursos de odio. Consideran que es la obligación de los mandatarios públicos, la de «frenar los discursos de odio que desde hace algún tiempo se vienen escuchando, haciendo de muro para concienciar a la sociedad para que todas las personas, sin importar su identidad u orientación sexual, puedan ejercer, sin miedo y con respeto, todas las facultades y derechos que les corresponden como ciudadanía de pleno derecho y, más aún, cuando pueden a su vez sufrir múltiples discriminaciones, debido a diferentes interseccionalidades, como la etnia, capacidades, situación social, etcétera».

Son conscientes de que los ayuntamientos, como instituciones más cercanas a los ciudadanos, deben garantizar «una acción local clara por la igualdad y la defensa de la convivencia, con independencia de la raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Por todo ello acuerdan que  el Ayuntamiento de Hellín se sume y se reafirme «en la defensa nítida del derecho a la plena igualdad, a la dignidad y al libre desarrollo de la identidad y orientación sexual, así como a la libre expresión del género». Se comprometen a continuar promocionando «políticas que favorezcan la concienciación social para un efectivo cambio de mentalidad que erradique las actitudes LGTBIfóbicas y promueva el rechazo a las mismas». Y ven necesario seguir trabajando «para que se adopten las medidas necesarias, tanto legislativas como administrativas y de otra índole, para prohibir y eliminar el trato discriminatorio basado en la orientación e identidad sexual o la expresión de género en cualquier nivel de la Administración y mejorar así la legislación vigente». Muestran su apoyo a la Ley de Diversidad Sexual y Derechos LGTBI de Castilla-La Mancha, para   implementar todas las medidas que afecten a las competencias del consistorio y su «especial preocupación» por los múltiples casos documentados internacionalmente «que ponen de manifiesto la criminalización en algunos países de la homosexualidad y transexualidad, cualquier privación de derechos y discriminación legal, así como la impunidad de estos crímenes».

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