Entramos en la recta final de un mes de julio que entrará en la historia por sus registros de altas temperaturas, que esperemos no sean el inicio de algo que se vuelva tónica general en los próximos años. Pero el actual mes no sólo aumentó los grados en el apartado meteorológico, sino también en el político, donde la particular ola de calor llegó en forma de confirmación, por parte del Tribunal Supremo, de las penas impuestas por la Audiencia de Sevilla en el 'caso ERE' a excargos de la Junta de Andalucía, entre los que se encuentran los expresidentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán, el segundo con pena de prisión. 
Las reacciones, más previsibles que el tiempo, con el PSOE defendiendo la inocencia de los expresidentes y el resto de formaciones políticas nacionales realizando una feroz crítica en la que se recuerda a los socialistas que no es lo mismo llamar a la puerta que levantarse a abrir. Entre todas las reacciones destaca, por su cargo, la del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien, en alusión a Chaves y Griñán, señaló que pagan «justos por pecadores». Intuyo que los justos son los dos citados, pero la duda me queda sobre los pecadores y no sé si son el resto de afectados o alguno más, incluso de otra formación política.
Para mí, los justos que pagan son los ciudadanos andaluces que vieron cómo muchos millones de euros se destinaron a ERE fraudulentos y no a otras áreas para el beneficio de las gentes de una comunidad a la que no le hubiera venido nada mal.
Continuando con el tono religioso del presidente del Gobierno, toca hacer propósito de enmienda y, sobre todo, intentar estar libres de culpa para poder tirar la primera piedra.