La actividad en Primaria creció en julio en 13.000 consultas

T.R
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En el nuevo modelo de organización del primer nivel asistencial gana fuerza la cita telefónica, que representa hasta el 70% del total, frente a la presencial, del 30%

La médico de Familia Clotilde Boix ausculta a una paciente totalmente ataviada con su EPI, bajo la mirada de la enfermera Évelin Coronado. - Foto: José Miguel Esparcia

La llegada de la pandemia producida por la Covid-19 que saturó y sobrecargó los servicios hospitalarios de Urgencias por la gravedad de buena parte de los primeros pacientes que se contagiaron, dejó en un papel secundario en lo que a control de esta enfermedad y de su propagación se refiere, a la Atención Primaria. Muchos de sus profesionales se ofrecieron a los responsables de la Gerencia de Atención Integrada de Albacete, en esos momentos de colapso, para trabajar en la atención de pacientes con coronavirus. 

Sin embargo, una vez que lo peor de esta crisis sanitaria había pasado, los centros de salud empezaron progresivamente a recuperar su protagonismo, de forma que la Atención Primaria vuelve a ser la puerta de entrada del sistema sanitario y el eslabón necesario para el control y seguimiento de los contagios por Covid. De hecho, la realidad constata que entre el 80 y el 90% de los casos confirmados o de sospecha de Covid-19 se están haciendo desde la Atención Primaria, con un importante esfuerzo autoorganizativo, y de contención de la epidemia para no colapsar los hospitales, que tal y como afirman los profesionales sanitarios de este nivel asistencial está siendo poco o nada reconocido por la población, que no terminan de entender este nuevo modelo de trabajo de los centros de salud, que limita el libre acceso de los pacientes, ya que a diferencia de lo que ocurría antes ahora los pacientes deben llamar o coger cita a través de la APPcon su médico o enfermero y solo en caso de ser necesario son citados para acudir al consultorio y ser explorados por sus sanitarios de referencia. Por este motivo muchos ciudadanos consideran que los ambulatorios y consultorios de Atención Primaria están cerrados y sus profesionales sin actividad alguna. 

Nada más lejos de la realidad, porque la pandemia del Covid-19 les obliga a duplicar sus esfuerzos. Un ejemplo de ello es que solo durante el mes de julio pasado el total de consultas de Atención Primaria atendidas solo en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete fue de 261.322, incluidas las de Medicina de Familia, Enfermería, Pediatría, Fisioterapia, Matrona, Odontología, Puntos de Atención Continuada y Trabajo Social, pero no se contabiliza la actividad de los administrativos que con este cambio de modelo es significativa. Esta actividad engloba los nueve centros de salud de la capital y los 14 rurales que dependen de la GAI de Albacete (tres de ellos de Cuenca).

Solo las consultas de Medicina Familiar y Comunitaria realizadas  en julio fueron 129.543, lo que representa 11.173 más que en el mismo mes de 2019; de Enfermería se registraron 87.742 (14.748 son extracciones de sangre), 1.767 más que en julio de 2019.

El coordinador médico de Equipos de Atención Primaria, el doctor Alejandro Villena, informó que la actividad total de la Primaria de la GAIde Albacete desde el 1 de enero hasta ahora es de 1.878,412 consultas, siendo el mes con más volumen de actividad hasta el momento, enero, con 133.413 consultas de Primaria, 92.019 de Enfermería y 17.959 de Pediatría.

La diferencia en el cambio de modelo de organización del primer nivel asistencial estriba en que en torno al 65-70% de esas consultas se resuelven ahora de forma telefónica y el resto son presenciales. Y esto que a simple vista puede parecer sencillo supone un sobre esfuerzo muy importante, en opinión del doctor Villena para los profesionales de Atención Primaria, para conseguir controlar la infección del Covid-19 y frenar los contagios, «porque lo que se intenta en todo momento es evitar que el paciente acuda a su centro de salud, si no es estrictamente necesario, para evitar contagios, porque si ahora muchas personas se están contagiando al haberse incrementado los contactos familiares, laborales y de amigos, en un centro de salud el riesgo es todavía mayor».

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