Facultativos especialistas de Neurología y Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, encabezados por el neurólogo Óscar Ayo, acaban de publicar en una revista de Geriatría las conclusiones de un estudio científico en el que confirman la relación directa que hay entre el sobrepeso y la obesidad y el riesgo de sufrir un ictus. De tal forma, que cada kilo de más repercute negativamente en la circulación cerebral y aumenta el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular. Además la grasa de la cintura en los varones se convierte en la más peligrosa.

Este estudio confirma lo que ya adelantó a través de su tesis doctoral el doctor Ayo, a través de un estudio observacional que evaluó a más de 200 pacientes, tanto con sobrepeso, como delgados y con índices de masa corporal normales,  para conocer la relación entre sobrepeso y obesidad y riesgo de sufrir un ictus.

Con un índice de masa corporal, es decir, el peso entre la talla al cuadrado, superior al 25, aumenta la probabilidad de sufrir un ictus, sin necesidad de tener otros factores asociados como diabetes, hipertensión o colesterol, según indicó el autor principal del estudio, así como la mortalidad asociada a este accidente cerebrovascular.

El doctor Ayo argumentó que a través de este trabajo se ha demostrado que el tejido adiposo va más allá de un depósito de grasa, sino es un tejido activo, que produce unas hormonas, las adipocinas, que influyen en el sistema vascular. De estas hormonas, la más frecuente es la leptina, y el problema es que cuanto más tiempo está en el cuerpo más efectos dañinos causa a la circulación, de ahí que las personas con sobrepeso y obesidad que tienen en mayor cantidad estas hormonas tienen más riesgo de padecer un ictus.

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