La Policía liberó en 2018 a 387 víctimas de explotación sexual

EFE
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Las mujeres, en su mayoría colombianas y venezolanas, fueron rescatadas de las redes criminales gracias a las denuncias registradas en las vías de contacto que ofrecen las fuerzas de seguridad

La Policía Nacional liberó en 2018 a un total de 387 mujeres víctimas de explotación sexual, en 497 operaciones en las que ha detenido a 1.039 personas, unos datos que ha dado a conocer con motivo del Día europeo contra la trata de seres humanos.

Según ha comunicado este viernes en una nota la Dirección General de la Policía, los ciudadanos realizaron el pasado año un total de 2.349 avisos en el teléfono 900105090 y el buzón de trata@policia.es.

Más de seis denuncias se registraron de media a diario, la mayor parte -1.417- a través de la dirección de correo.

La Policía liberó en 2018 a 387 víctimas de explotación sexualLa Policía liberó en 2018 a 387 víctimas de explotación sexual - Foto: CÁRITASPor su parte, el número de teléfono, que permite un contacto anónimo y confidencial, registró 932 llamadas durante el pasado año que no quedaron reflejadas en la factura de los denunciantes.

Una de las últimas operaciones realizadas por agentes se saldó con una víctima rescatada y tres miembros detenidos de una organización dedicada a la explotación sexual de mujeres en Bilbao y Tomelloso (Ciudad Real).

Durante los registros en dos clubes de alterne, la Policía incautó 710 euros, material para la distribución de drogas y cuadernos con anotaciones contables.

La Policía liberó en 2018 a 387 víctimas de explotación sexualLa Policía liberó en 2018 a 387 víctimas de explotación sexual - Foto: Begoña San MartÁ­nLa operación pudo practicarse gracias a la denuncia de una víctima en el País Vasco, a partir de la cual se identificó al líder de la red criminal y se localizó a la persona que ejercía de enlace desde Pereira (Colombia) para la llegada de las mujeres a España.

Dicha organización conseguía captar, para prostíbulos de diferentes ciudades del país, a mujeres de origen colombiano y venezolano, sobre todo.

Llegadas a la península, se les comunicaba que habían adquirido una deuda de 10.000 euros que debían reembolsar mediante servicios sexuales.