Asensio cambia los pitos por aplausos

Agencias
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El mallorquín se reencuentra con el gol y puede modificar su situación en el Madrid

Asensio cambia los pitos por aplausos - Foto: SUSANA VERA

El español Marco Asensio se reivindicó ayer tras convertir en aplausos los pitos con los que fue recibido por parte de la afición del Real Madrid que se dio cita en el partido frente al Leipzig (2-0), después de su intento de salir del conjunto merengue en busca de mayor protagonismo y tan solo tres días después de mostrar públicamente su enfado al calentar para finalmente no tener minutos contra el Mallorca. 

La lesión de Lucas Vázquez cambió los planes de Carlo Ancelotti y fue Dani Carvajal el que, agotando las tres ventanas de sustituciones, acabó entrando al terreno de juego. Asensio reaccionó con rabia, dio una patada a una botella y tiró el peto de suplente.

El técnico italiano quiso restarle importancia a esta circunstancia, con su mano izquierda habitual, y demostró contra el bloque alemán no guardarle rencor a un futbolista frustrado ante los pocos minutos con los que, tras no encontrar una salida del club, está contando en este principio de campaña.

Hasta el 1 de agosto, el motivo fue, como no ocultó el propio entrenador transalpino, que el hecho de querer salir le hacía no entrar del todo en sus planes, pero tras cerrarse el mercado veraniego no ha habido una gran diferencia en su situación dentro de la plantilla.

Hasta el pasado miércoles en la Champions, donde saltó al campo en el 64, el mallorquín solo había participado siete minutos este curso en LaLiga, en la segunda jornada ante el Celta. También participó 11 en el estreno europeo frente al Celtic en Glasgow.

Un bagaje muy corto para un jugador que, tras entrar en la última lista de Luis Enrique en junio, ve como esta falta de protagonismo le aleja su sueño de ir al Mundial de Catar, que se disputará del 20 de noviembre al 18 de diciembre. Y la confirmación de sus sospechas puede llegar hoy mismo, cuando el seleccionador dé su última convocatoria antes de la que pondrá rumbo al torneo en el país árabe.

La situación empezó a cambiar justo en el último enfrentamiento antes de que Luis Enrique dicte sentencia. Y lo hizo en una emplazamiento que empezó adverso. Pasó de una pitada por parte de la afición merengue a acabar escuchando a los mismos corear su nombre tras poner la sentencia con el 2-0 tras un disparo marca de la casa desde media distancia fuera del área.

La temporada pasada fue el tercer máximo realizador del Real Madrid y tardó poco en volver a demostrar porqué. El gol es algo que siempre va a estar con él y el pasado miércoles comenzó a ganarse mayor protagonismo en los planes de un Ancelotti que le ensalzó en sala de prensa.

«Le he felicitado, Ha cumplido. Ha sido, como Valverde, determinante para ganar este partido. La reacción después del enfado ha sido muy buena, ha entrado concentrado y creo que ha hecho un buen encuentro», comentó.

Un cariño que recibió también por parte de sus compañeros en la celebración del tanto. Fueron a abrazarle conscientes del mal momento deportivo que está atravesando y que puede hacer que cambie el rumbo de su temporada para acabar haciéndose un hueco en un costado derecho del ataque que sigue sin un dueño claro, al tener al uruguayo Fede Valverde como principal valedor, pero quien se siente más cómodo, como él mismo reconoció recientemente, al jugar en el centro del campo.