Hace aproximadamente un año, el Ayuntamiento de Albacete dio a conocer su estrategia para la eliminación de la infravivienda en la ciudad, que incluía aprobar una ordenanza de habitabilidad, crear un número determinado de plazas de alojamiento para trabajadores migrantes del campo en el Centro de Atención Integral de Personas sin Hogar (Caipsh) y poner en marcha un recurso para familias con menores a su cargo para sacarlas de los asentamientos y trabajar con ellas de cara a su normalización e integración en la ciudad. Sobre este último asunto, cabe recordar que la intención del Consistorio no era otra que reabrir el antiguo campamento de la Dehesa, junto al cementerio municipal, para crear una alternativa habitacional denominada Nueva Dehesa. En ella, según explicaron, se iban a alojar familias con menores, con los que trabajarían desde Acción Social para su posterior integración.

El Consistorio insistió en que no se trataba de trasladar a las familias de un asentamiento de chabolas al campamento de la Nueva Dehesa, sino que el campamento se convertiría en un recurso intermedio donde se trabajará con las familias de cara a su normalización. 

Para poner en marcha este recurso, la Junta de Gobierno Local aprobó en febrero de 2021 una encomienda de gestión a la Sociedad de Gestión Urbanística Urvial para que se encargara de promover la creación de estos alojamientos. 

Urvial inició los trabajos realizando una visita al campamento y llevando a cabo un inventario de los contenedores y de los residuos existentes. Tras la retirada de todo lo que había en la parcela, se desarrolló un contrato menor de topografía y el contrato del proyecto técnico y ejecución del servicio de electricidad. 

Asimismo, se redactó un proyecto para la ejecución de la alternativa habitacional, que tuvo que rehacerse en varias ocasiones, puesto que la intención inicial se basaba en la ejecución de la Nueva Dehesa con un método innovador mediante muros de hormigón impreso en 3D, pero finalmente se optó por una solución más fácil y rápida, como la colocación de casetas prefabricadas.

Una vez desarrollado, desde la Gerencia Municipal de Urbanismo de Albacete se consultó a la Junta de Comunidades la colocación de las casetas en las cercanías del cementerio de la capital y la administración autonómica desaconsejó la ubicación escogida, debido a que en los 50 metros perimetrales al camposanto «no puede establecerse ningún recinto».

Ante esta situación, el Consistorio descartó esta ubicación y volvió a replantear el proyecto de inicio con la búsqueda de nuevos espacios para su desarrollo.

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