El 24 de julio, el novillero albacetense Cristian Pérez, cuajó una buena actuación en el certamen para novilleros con picadores de La Solana, aunque no firmó el trasteo con la espada, lo que le impidió torear la final al día siguiente. Esta actuación fue la primera de la temporada para el hellinero, aunque tiene para este verano algunos compromisos de importancia, que pueden servirle para quedar en buena situación de cara a la temporada que viene, la que todos esperamos sea, por fin, la de la total normalidad tras dos años difíciles e inciertos.
Cristian comentó a La Tribuna de Albacete todos estos pormenores, cuando se encuentra en plena preparación para los siguientes compromisos. «Empezar temporada tras casi dos años sin ponerte el traje de luces, es algo que suele costar un poco más, pero estoy contento, aunque no satisfecho por el fallo con la espada impidiendo poder clasificarme para el día siguiente, pero bueno, ya está hecho y pensando para el próximo día que ya está ahí, el 16 de agosto en Cenicientos. Hay varias cosas ya confirmadas y entre ellas, la de Villaseca de la Sagra, una feria muy importante donde queremos estar todos los novilleros ya que tiene mucha repercusión. Yo toreo la novillada concurso y como todos saben, no se sortea ya que va por antigüedad de ganaderías y toreros, por lo que a mi me toca matar el novillo de Partido de Resina y el de Cuadri. Hay ganaderías que el aficionado da un punto más de importancia a todo lo que se les hace, ya que son más exigentes, como son estas, pero lo afronto con mucha ilusión y ganas».
PANDEMIA. La pandemia paralizó todo y con mayor fuerza las novilladas. «Ha sido un año y 11 meses desde mi último festejo y aunque es cierto que he estado en el campo, pero ponerte el traje de luces, la presión que supone el público, la televisión, etc., te hace muy feliz volver a hacerlo, pero cuesta coger el ritmo».
Estos casi dos años sin torear en público, hace que la cabeza se estructure mejor, que se madure, en definitiva, crecer profesionalmente. «Me ha obsesionado durante este tiempo poder crecer como torero y también apaciguarme, porque soy un torero con muchas ganas, por lo que quiero seguir teniendo esas ganas de novillero, pero con mucho más poso, más templado y sobre todo sintiendo mucho más cada muletazo. El otro día no tuve la opción de poder sentir lo que estoy sintiendo en el campo, pero creo que se pudo ver una evolución después de estos dos años y estoy seguro que voy a sorprender cuando tenga la opción de que un animal me deje torearlo bien, que es por lo que sigo entrenando y trabajando día a día».
Ha cambiado de aires, y está viviendo desde hace un tiempo en Madrid. «Estoy viviendo en Madrid y entreno en Navas del Rey junto al maestro Alberto Aguilar y el figura de los banderilleros David Adalid y la verdad es que estoy muy contento ya que me están ayudando. Ha sido un cambio de aires muy bueno que me está beneficiando, además ellos también me están gestionando algunas de las novilladas que han salido, pero también es cierto que otras novilladas que están saliendo son gracias a otras personas que también me están ayudando y que más tarde lo anunciaremos oficialmente».