El Colegio de la Psicología lucha contra el intrusismo

T.R
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María Dolores Gómez, decana de los psicólogos de Castilla-La Mancha, asegura que el 60% de las patologías tratadas en Primaria son de tipo emocional

Un residente de Psicología atiende una consulta de Salud Mental. - Foto: José Miguel Esparcia

Ante la proliferación de actividades de pseudociencias que relacionan la salud mental y psicológica de la población con supuestas disciplinas que nada tienen que ver con las únicas enseñanzas regladas en España es este ámbito, como son las de Psiquiatría o Psicología, ya sea general o sanitaria, el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha hace un llamamiento a la población en contra del intrusismo profesional y alerta de lo nocivo que puede resultar, para la salud mental, acudir a cualquiera que no sea un profesional colegiado.

El Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha no solamente vela por la calidad de esta profesión, sino que también lo hace por la salud psicológica de la población, y recuerda que, igual que acudimos a un profesional de la Medicina, correctamente formado y colegiado, para las afecciones físicas, debemos hacer lo mismo cuando se trata de patologías mentales, emocionales o psicológicas.

Los conceptos erróneos y la no evidencia científica en los aspectos emocionales, conductuales, cognitivos, afectivos e interpersonales, pueden llegar a confundir a la ciudadanía, cuando vienen dados por  personas que dicen ser terapeutas pero que no cuentan con la formación adecuada para llevar a cabo intervenciones psicoterapeutas en la población.

La decana del Colegio de la Psicología de Castilla-La Mancha, María Dolores Gómez, aseguró que «teniendo en cuenta que la pandemia ha acrecentado las patologías mentales y psicológicas por las alteraciones de nuestra vida cotidiana que hemos sufridos, la incertidumbre y la crisis económica, determinados segmentos de la población se han vuelto más vulnerable, lo que ha llevado también a que proliferen las oportunidades de negocio entre personas que sin titulación para ello se han posicionado como gestores de la salud mental o como mediadores en conflictos de familia o pareja, lo cual representa un gran peligro para la población».

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