Javier López-Galiacho

Javier López-Galiacho


El tren a Murcia

20/12/2022

Albacete se lo debe todo a haber sido nudo privilegiado de comunicaciones. Pero esa posición va decayendo. La decisión en su día de Pepe Bono de llevarse el AVE a Valencia por Cuenca fue el primer machetazo, abandonándose así la histórica línea ferroviaria Madrid-Valencia-Alicante-Cartagena por Alcázar de San Juan, que desde 1862, y gracias al marqués de Salamanca, situó a Albacete en el eje estratégico del radial ferroviario. Esa decisión, que favoreció a Cuenca, nos relegó a la segunda división. Menos mal que Alicante obligó a construir un ramal con parada en Albacete. Y qué decir de la vergüenza que supone la inacabada Autovía A-32 Linares-Albacete, que cada año recibe del Gobierno las migajas de la indiferencia. Y no es éste un tema baladí, porque permitiría la conexión directa entre el sur y el Levante español a través de nuestra ciudad. Hace no mucho, al llegar a Bailén, me desvié hacia Albacete por esta autovía para ver su avance. Y comprobé el abandono del tramo de Albacete. Sencillamente, un escándalo. Y ahora, otra puñalada en el costado de Albacete y sus pueblos del Sureste, es el AVE a Murcia, cuya mejor versión horaria pasará de largo de Albacete. Dejándonos esta Renfe desnortada, el tren del botijo que tardará a Murcia casi dos horas; más que si se va en coche. El nuevo AVE Madrid-Murcia es un tiro en el futuro de todos aquellos pueblos de la vieja línea Chinchilla-Cartagena a los que el Gobierno ha abandonado. Y la respuesta del Albacete político, como siempre, o callada o tímida. El otro día, los hellineros, con escaso arrope político, se manifestaron en Madrid por este agravio. Hellín y Tobarra, pueblos notables en otro tiempo, han perdido algo más que una parada. Lo peor es que el tren de su futuro ha pasado de largo. A lo mejor, pensando mal, es que interesa que Albacete y el sureste de sus pueblos, estén cada vez más lejos de la hermana Murcia. No vaya a ser, pensará alguno, que, ante tanto desaire a nuestra provincia, vuelva a abrirse aquella fractura sentimental y económica que supuso para esos pueblos el abandonar la unión histórica entre Albacete y Murcia. Tiempo al tiempo.