El Albacete Balompié sufrió el sábado un traspiés en su camino hacia el retorno a la Segunda División, con una derrota inesperada en el hasta el momento inexpugnable Carlos Belmonte, en lo que a competición liguera se refiere. Igual que ocurrió frente al Betis B, se le atragantó al equipo manchego el otro filial andaluz, el Sevilla Atlético, que rompió la buena racha casera gracias a un error defensivo nada más comenzar el choque, la lesión de un jugador vital como Fran Álvarez y la falta de resolución en el área visitante en una segunda parte que fue un monólogo de los albacetenses.

La lesión de Fran Álvarez es la enésima que sufre la plantilla del Albacete esta temporada, siendo además la gran mayoría producto de acciones fortuitas, en las que no existe un contacto o golpe que las justifique. La preocupación en torno al jugador de Socovos es máxima, después de ver como Sergi Maestre se caía para lo que resta de temporada.

Mañana lunes se realizarán las pruebas pertinentes para saber el alcance de la lesión y todos tocan madera, porque hablamos de un jugador fundamental en el juego del equipo.

Desde que comenzó la temporada, varias han sido las lesiones que han supuesto algún quebradero de cabeza para el técnico, Rubén de la Barrera, que ha tenido que hacer encaje de bolillos para resolver situaciones comprometidas tanto en defensa como en el centro del campo, principalmente.

El venezolano Yaimil Medina tuvo una lesión en la recta final de la pretemporada que le impidió empezar el campeonato. Reapareció en la quinta jornada, para volverse a lesionas en la sexta y volvió a reaparecer en la undécima para sufrir un nuevo problema físico hasta que este sábado regresó una vez más a la convocatoria.

A finales de septiembre Manu Fuster tuvo una lesión muscular en el cuádriceps, que lo tuvo fuera seis jornadas, en fechas similares Eric Montes también se tuvo que perder siete jornadas por un esguince en el ligamento colateral interno de su rodilla derecha, lesión similar a la sufrida por el canterano Dani González, un esguince en el ligamento colateral externo de su rodilla izquierda que no fue muy grave y, gracias al parón navideño, solo se perdió un par de jornadas.

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