Un amigo de la viuda de la CAM le aconsejó que se protegiera

Europa Press
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El testigo asegura que había discusiones familiares por el control del 'holding' empresarial, mientras que otro el dueño de un compra-venta de coches dice que vio a dos hombres en el concesionario de López el día en que se produjo el crimen

Miguel López, único acusado por el asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de CAM - Foto: Manuel Lorenzo

Un abogado y amigo de la familia Sala ha explicado este viernes -en su declaración como testigo en el juicio que se sigue por la muerte de la viuda del expresidente de la CAM, Vicente Sala- que aconsejó a Maria del Carmen Martínez que buscara una empresa de seguridad para protegerse, ya que la víctima tuvo conocimiento de que "alguien" había entrado en su habitación y había tomado fotografías de papeles privados importantes. Entre esos documentos, las capitulaciones matrimoniales. 

"Ella me insistió en que esa intromisión no la había realizado una persona de la familia", ha mantenido el testigo en su declaración ante el tribunal que juzga al yerno de la víctima, Miguel López, único acusado de matar de dos tiros a su suegra en diciembre de 2016 en el concesionario que regentaba. El amigo de la familia ha sostenido que Maria del Carmen Martínez, le explicó que la dinámica familiar "estaba siendo auspiciada por elementos externos". 

En cuanto al control del holding empresarial, el letrado ha declarado en la quinta sesión del juicio que el hijo de la víctima, Vicente Sala, se negó con un "ya es tarde" a que su madre llegara a un acuerdo con sus hermanas para desactivar la situación de crisis que vivía la familia. Según el testigo para el hijo de la víctima, "las circunstancias ya no lo permitían". 

El abogado ha dicho que la redacción del decálogo incluía la eliminación de la "acción de oro", ya que incluso era una figura cuestionada por la Unión Europea. Finalmente, María del Carmen Martínez no entregó el acuerdo a las hijas. 

 

"Un viejo conocido"

A Miguel López, marido de la hija pequeña de María del Carmen Martínez, se le acusa de ser el autor material de los dos disparos en la cabeza que acabaron con la vida de su suegra, el 9 de diciembre de 2016, cuando la mujer fue a recoger su vehículo al concesionario de coches Novocar Centro del Automóvil, que entonces él regentaba. 

Por su parte, el dueño de un establecimiento de compra-venta de coches, con el que Miguel López mantuvo una relación comercial durante cerca de 20 años, ha explicado, a preguntas del Ministerio Fiscal, que el 9 de diciembre, día del crimen, reconoció en el concesionario a dos personas, que por la mañana habían acudido a su negocio a comprar un coche. "Uno de ellos era un viejo conocido, que me robó unas baterías de mi establecimiento", ha afirmado, aunque ha precisado que nunca le llegó a denunciar. 

Sobre su relación con López, ha relatado que habitualmente todos los viernes acudía por la tarde a Novocar a cumplimentar los trámites de alquiler y compra-venta de los vehículos, y que la tarde del crimen acudió para recoger la documentación de dos vehículos y que cuando quiso hablar con Miguel López, vio que estaba con unos clientes. 

Ha reconocido que entre agosto y diciembre de ese año él y su mujer, que era quien hacía "los papeles", mantuvieron con el acusado hasta 232 conversaciones telefónicas -una de ellas el mismo día del crimen-. 

También, a preguntas de la defensa de Miguel López, el testigo ha confirmado que el coche de lujo de la víctima ya se lo habían robado años antes a su marido, Vicente Sala, a quien ha dicho que conocía.

 

López acusaba a su suegra de haber "perdido" la cabeza

Por su parte, una amiga de la familia, ha relatado a preguntas del Ministerio Fiscal, que en el tanatorio y a propósito de la declaración de Vicente Sala a la policía, Miguel López le dijo que esperaba que su cuñado "fuera prudente", ya que en la familia había conflictos "como en todas" y que lo que todo el mundo sabía es que su suegra "había perdido la cabeza". 

Una frase que, para la testigo, "traspasó todos los límites" ya que a escasos metros estaba el cuerpo de María del Carmen. No obstante, ha negado que oyera a López decir que, como siguieran los comentarios acusatorios, le acabaran deteniendo. 

De Miguel López, con quien la testigo ha dicho que se llevaba "muy bien", ha dicho que "le gustaba ser el protagonista y el centro de la reunión". "Una persona extrovertida y muy vehemente en su forma de hablar", ha apuntado. 

Por su parte un empleado de Resinas Samar, y asesor personal de la víctima, ha relatado que, un mes antes del crimen, en la finca, pudo ver a través de una pantalla de televisión, un volvo negro "que pegaba un frenazo de ruedas y posteriormente un acelerón" y ha afirmado que la víctima le dijo: "Nene, si no me aparto me pilla". 

Todos los testigos han coincidido en que las relaciones en la familia estaban totalmente rotas desde que murió el padre y que "había mucho sufrimiento". También, que María del Carmen Martínez les había dicho que sus hijas no le hablaban y que mostró el WhatsApp que le enviaron los nietos.

 

Las hijas, integradas en el negocio

El director de logística de la distribuidora de una de las filiales de Samar Internacional ha declarado, que la víctima, en una ocasión le dijo que los maridos de sus hijas "no daban la talla", le trasladó que creía que Miguel López estaban influenciando a dos de sus hijas: Su mujer (Fani) y Tania. 

También ha confirmado la implicación de las hijas en los negocios familiares y, entre ellos, el de Sudamérica. Además, ha precisado que cuando Tania se separó de su marido, la víctima y su hijo le pidieron que la ayudara porque asumía la dirección del centro de producción de Tarragona, que hasta entonces llevaba su marido. 

El empleado ha indicado que trabajó para Fani y Tania y que realizaron su trabajo "correctamente". 

Miguel López se enfrenta a la acusación de asesinato con la agravante de parentesco y tenencia ilícita de armas. Fiscalía y acusación particular solicitan 24 años y medio de prisión: 23 años asesinato y 18 meses por tenencia ilícita de armas. La defensa, pide la absolución por falta de pruebas. El lunes se reanuda el juicio con la declaración de otros seis testigos