La Roda se enfrenta a nuevos retos  de futuro que están marcados por su avance como sociedad y punto de referencia. El alcalde de La Roda, Juan Ramón Amores, fija su objetivo en La Roda de 2030, valorando la gestión de 2021. Para ello, el Ayuntamiento de  localidad apuesta por numerosos proyectos, que en colaboración con otras instituciones, hagan mejor la vida de los rodenses.  

¿Cuál es su valoración del año 2021?

Ha sido un año ilusionante, difícil por la pandemia que vivimos y un año en el que la sociedad dio la imagen de que podemos con todo y la Covid-19 no va a ser una excepción. 

¿Cómo fue la gestión de la pandemia en la localidad?

Estar cerca de la gente es lo fundamental. Los primeros meses fueron muy difíciles, no sabíamos qué hacer. Por ejemplo, algo que no se volvería a hacer es invertir tantos medios humanos y materiales en desinfectar calles, con lo que supone la salud y el medioambiente, porque pensábamos que los virus estaban por todas partes y, que la experiencia nos ha demostrado que es el contacto directo lo produce el contagio. Fue difícil al principio, pero siempre hemos estado al lado de los ciudadanos con ayudas especiales  para asociaciones, convocatorias para autónomos, ayudas al comercio para campañas locales o ayudas de emergencia social.  

Estos días hubo un importante aumento de los contagios. ¿Qué mensaje mandaría a la ciudadanía?

Tenemos tanta información, y a veces tan confusa, que parece que los niveles son alarmantes. Sin embargo, hay que fijarse más en los niveles hospitalarios que son el nivel crítico al que nos tenemos que enfrentar. Los niveles hospitalarios y de defunciones son menores que los de enero de 2021. ¿Y cómo hemos llegado a eso? Fundamentalmente por la vacunación. Mi mensaje es animar a la gente a que siga administrándose la dosis que le corresponde. 

El 13 de enero conocimos su ingreso en el hospital por Covid-19, ¿ cómo se encuentra a día de hoy?

Me encuentro en un periodo de confinamiento de 10 días, todavía estoy flojo tanto física como mentalmente. Fue uno de los periodos más duros de mi vida y necesito cosas positivas para recuperar el ánimo. 

¿Cómo ha vivido estos días?

El mayor de los problemas es que desde el principio de la pandemia estaba convencido de que el Covid era muy peligroso para mi salud, por lo que una vez que me comunican el positivo, la incertidumbre y el miedo se apoderaron de mí. Llegué a tener muchos pensamientos de que no podría superar las complicaciones asociadas al virus. Los 13 días ingresado, sin poder recibir visitas, también colaboraron en minar mi moral. Quiero agradecer a Sergio, el neumólogo que me ha llevado el seguimiento, y a todo el personal de enfermería, auxiliares y celadores del Hospital Universitario de Albacete por sus cuidados. También el apoyo de Jesús y Mari Llanos, mis dos compañeros, por darme fuerzas cuando me flaqueaban. Por último agradecer todas las muestras de cariño que he recibido de mi familia y a través de redes sociales. 

Un tema recurrente del pasado año fueron las obras de remodelación de las calles Castelar y Voluntariado, ¿cuál ha sido el resultado?

Hay veces que olvidamos cómo estaba  la calle Castelar, era una calle llena de trampas y ahora está llena de vida.  La están disfrutando todas las generaciones, para la hostelería y comercio, y es totalmente accesible. Respecto a Voluntariado, la obra es todo un éxito. Es verdad que se redujo una parte del aparcamiento pero era necesario para la ampliar las aceras. Ha quedado perfectamente adaptada para los próximos 30 años. 

¿Qué supone la rehabilitación de la Posada del Sol?

Va a ser un punto importante en Castilla-La Mancha. Un edificio de gran belleza que nos va a enseñar cómo se vivía en el siglo XVII, que albergará los ejemplares de El Quijote de la Fundación Marciana y Rodolfo Puertas. Hasta 8.000 elementos relacionados con la obra más importante de la literatura española. Además promoverá todo lo que puede ofrecer La Roda: los miguelitos, la Iglesia de El Salvador, quesos, cerveza artesana, e invitará a la gente a pasar unos días en nuestra comarca, pues es algo en lo que tenemos que ir de la mano con Villalgordo, Fuensanta, Minaya o Barrax. 

En 2021 se plasmó el descontento del sector agrícola sobre la tasa del IBI de rústica, ¿qué harán para satisfacer sus peticiones?

El IBI de rústica es algo que nos achacan a nosotros, cuando se trata de la herencia que nos encontramos por la subida catastral. Los únicos que han puesto soluciones  hemos sido nosotros con bonificaciones que han llegado al 52% para naves agrícolas que tienen actividad. 

¿Cuál es la situación económica del Ayuntamiento de La Roda?

En estos dos años y medio, hemos conseguido estabilizar la situación económica del Ayuntamiento pero aún tenemos una deuda de unos 10 millones de euros, aunque hemos reducido en dos años el 20% de la deuda municipal. Cuando llegué al Ayuntamiento la liquidación de 2018 arrojaba más de 12,3 millones euros de deuda. Hemos bajado a 10 millones sin dejar mantener la inversión en la calidad de vida de los vecinos. Ese es el camino y no hay soluciones mágicas.  Se ha bajado otra vez el IBI de urbana, que me vi obligado a subir para combatir los problemas económicos urgentes. Hay que gastar en lo necesario y ahorrar licitando todo. Sobre todo, lo más importante es contar con la ayuda de otras instituciones. La Diputación, la Junta y el Gobierno de España invierten en La Roda y lo hacen porque hay un gobierno municipal que estudia cada convocatoria, se reúne con las instituciones y presenta proyectos, ambiciosos y necesarios para el municipio.  Hay que ver qué necesita La Roda del futuro, saber dónde ubicarlo y cuánto va a costar, con fondos propios o con ayuda. En este caso, necesitamos ayuda porque la deuda nos impide acometer muchas obras con fondos propios. Gracias a la liberación de remanentes hemos tenido solvencia para acometer infraestructuras pero la deuda aún existe.

¿Cuáles son las principales características de los presupuestos 2022?

Trabajamos en reducir la deuda, invertir en cosas muy necesarias, proyectos que van a cambiar la realidad de La Roda y de la comarca. Queremos ser la cabeza de comarca, que la gente venga a comprar, a pasar su  ocio. Inversión es ilusión, proyectos que marquen un antes y después en la vida de los rodenses. 

Uno de los principales proyectos que se llevarán a cabo es la construcción del nuevo colegio Purificación Escribano, ¿cuándo se espera que comiencen las obras?

Espero que a finales de 2022 o principios de 2023 veamos máquinas en los terrenos. Los terrenos ya están a disposición de la Junta y de manera paralela se trabaja para cambiar la calificación de zona verde para convertirlo en terreno explotacional. Si todo va bien, para el curso 2023- 2024 ya estaría abierta la matriculación en el nuevo colegio. Para mí, es el proyecto más importante de la legislatura. Por lo que supone de inversión del gobierno regional, de entre 2,5 y 3 millones de euros, y, también porque en la actual ubicación nos va a quedar un edificio céntrico para uso municipal dónde albergar servicios como la comisaría de la Policía Local, emisora de la radio local o sedes de asociaciones. 

¿Qué importancia  tiene el empleo  y la formación en la política local?

Lo más importante, sin empleo no existe todo lo demás. La Agencia de  Colocación y el Centro de Desarrollo Local hacen un trabajo brillante. Otro ejemplo es que, hasta ahora, en los planes de empleo no se pedía la máxima cantidad que nos podíamos acoger. En La Roda, desde 2019, ha cambiado esa inercia, siempre pedimos más de lo que nos corresponde y buscamos que más gente trabaje. Además, trabajamos con las empresas de la localidad para hacer formación en lo que consideren necesario para la economía local.