"No hay ninguna diferencia entre mujeres rural y urbana"

Ana Martínez
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La delegada en la provincia de Fademur explica que el 15 de octubre, Día de la Mujer Rural, es preciso celebrarlo, "ya que estamos en un momento estupendo, gracias a la lucha invisible de nuestras abuelas y madres que han trabajado en el campo"

"No hay ninguna diferencia entre mujeres rural y urbana"

Con 41 años acumula una fructífera y diversa carrera profesional que la ha llevado de la agricultura a las nuevas tecnologías, el turismo, la comunicación y la formación. Mujer inquieta y emprendedora, Mari Luz Fresneda tuvo claro desde muy joven que quería salir de su pueblo, Socuéllamos, donde finalmente ha acabado residiendo. Es técnica especialista en Administración y Gestión de Empresas en la rama agraria, ha trabajado en medios de comunicación, es educadora social y estudió Turismo, especialidad que la conectó con el grupo de desarrollo local de la Sierra de Alcaraz (Sacam) y con UPA, desde donde partió la idea de crear una delegación en Albacete de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales, Fademur, de la que hoy es su responsable provincial.

El día 15 se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales. ¿Hay algo que celebrar?

Hay que celebrar que estamos en un momento estupendo, gracias a la lucha invisible de nuestras abuelas y madres que han trabajado en el campo de sol a sol, que han parido después de segar y al día siguiente han vuelto al tajo... Ahora tenemos que ponernos en nuestro lugar y celebrar que hoy en día tenemos más derechos, que hemos conseguido muchas cosas. La única pena es que ellas no lo puedan disfrutar, que se fueran de esta vida sin un reconocimiento social ni un contrato. Tenemos que celebrar que el motor de las zonas rurales siga siendo la mujer.

¿Quién es la mujer rural?

Yo voy por la provincia de Albacete impartiendo cursos de autoestima, empoderamiento y emprendimiento. En Viveros salió esta misma pregunta. Y una mujer me dijo: «Ser mujer rural significa tener un coche lleno de gasolina en la puerta de mi casa». Es muy visual, muy acertado, porque allí no hay gasolinera, ni atención sanitaria en condiciones y la escuela está en El Jardín. Esta mujer tiene que llevar a su hija a Alcaraz para que se relacione con chicos y chicas de su edad. Eso es ser una mujer rural en Albacete.

¿Qué tipo de mujer se encuentra en nuestros pueblos?

No hay ninguna diferencia entre una mujer rural y una mujer urbana, la única que puede haber la marca el medio, el ámbito en el que vive… Es verdad que los recursos, el entorno y las herramientas que tiene alrededor la condicionan mucho, pero hay mujeres rurales con muchísimas inquietudes, con ganas de trabajar, de emprender, de formarse… Mientras en las grandes urbes puedes encontrarte muchos más perfiles por el amplio abanico de oportunidades que tienen, el entorno rural está mucho más limitado y las mujeres que lo habitan sufren el localismo, el aislamiento, el individualismo, la rutina mental de estar todo el día haciendo lo mismo… Por todo esto surgió la idea en Fademur de organizar una Feria de Emprendedoras, porque cuando se reúnen y se conocen crean vínculos y sinergias, empatizan, se animan unas a otras a montar un negocio, una empresa...

¿Es alarmante la falta de mujeres jóvenes en los pueblos?

Depende mucho del municipio y de su cercanía con la capital. Hay mujeres que trabajan en Albacete, pero residen en sus pueblos. Van y vuelven todos los días. A las mujeres jóvenes les gusta mucho vivir en sus pueblos, pero no tienen oportunidades. Es verdad que los abuelos no querían que sus nietos se dedicasen al campo, les decían que estudiaran y se fueran a las grandes capitales y creo que ese discurso tan machacado caló mucho. Pero no hay que perder la esperanza. Cada vez son más las personas que se marchan de las zonas rurales a estudiar y formarse y luego, con el tiempo, vuelven para poner su negocio, su empresa, trabajan con las nuevas tecnologías desde sus casas…

¿Qué salidas tiene una mujer rural en el ámbito laboral?

Si no está vinculada a la agricultura o a un negocio familiar lo tiene muy difícil. Desde Fademur pusimos en marcha una plataforma llamada RuralTivity donde aglutinamos a todas las mujeres que tienen una idea, quieren ponerla en marcha y no saben dónde acudir, porque están solas y en su entorno no tienen servicios. Les informamos de las opciones que tienen, de cómo pueden poner en marcha su proyecto y cómo conseguir financiación. En esta plataforma te encuentras de todo, desde la apertura de una churrería en Alcaraz hasta la venta de todo tipo de artesanía a través de internet y con tiendas físicas, agricultoras, apicultoras, avicultoras… Además de la agricultura y la ganadería, que son salidas muy comunes para estas mujeres, el turismo también lo utilizan como recurso laboral, una pequeña ruta, un pequeño negocio con productos de la tierra o ecológicos, visitas guiadas, multiaventura...

 

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