A 2022 le quedan dos días, literalmente, y según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) estará entre los años más secos desde que hay registros. De hecho, entre finales de noviembre y princpios de diciembre España estaba a punto de cumplir su tercer año de sequía meteorológica.

Esta situación se dejaba notar en las reservas de las principales demarcaciones hidrográficas y de sus principales sistemas, con registros por debajo de la media histórica en todos los casos, menos uno: la Demarcación Hidrográfica del Júcar y, dentro de ella, su sistema principal, el que le da nombre.

De acuerdo al último Boletín Hidrológico Semanal del año, la DHJ llega a final de año con 1.612 hectómetros cúbicos de agua almacenados en sus embalses, lo que representa un nivel porcentual de reservas del 56,6%, un valor que está por encima de la media de los últimos dos, cinco y 10 años.

El caso de su sistema principal, el del propio río Júcar -al que pertenece Albacete- es revelador, pues los embalses de este sistema llegan a la recta final del 2022 con 1.082 hectómetros cúbicos de agua. Hace un año, este valor era de 998 hectómetros cúbicos y la media del último lustro era de solo 748.

Durante el 2022 y de acuerdo a los datos del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH)  se registraron más de 40 episodios significativos de lluvias en el ámbito de la Demarcación. Los meses con mayor número de episodios fueron marzo (12), abril (ocho) y diciembre (seis).

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