La vendimia se adelanta, sí o sí, y lo único que está en discusión entre las principales organizaciones agrarias es cuánto se adelantará, a causa de un verano en el que las consecutivas olas de calor han echado por tierra cualquier tipo de previsión o estimación de cosecha y no solo en Castilla-La Mancha, sino en toda la Unión Europea.
Alejandro García-Gasco, responsable de la Sectorial Vitivinícola de la Unión de Pequeños Agricultores, explicaba que «la planta está parada y no solo es por las altas temperaturas; un viñedo puede aguantar un 'pico' de dos o tres días de temperaturas muy altas, pero esto no son tres días, llevamos todo el verano así, es una ola de calor casi continua desde el mes de junio».
García-Gasco tuvo la ocasión de participar en la Mesa Sectorial del Vino convocada por el Ministerio y celebrada esta semana en Madrid. En la misma, tuvo ocasión de hablar con viticultores de otras comunidades, quienes comparten una acusada sensación de incertidumbre por el resultado final de la vendimia de este año.
«Esta es la primera vez que se vendimia en julio en Jerez, y esto solo es el principio», explicó, «porque no sería extraño que, en Castilla-La Mancha se empezase a vendimiar este año durante la primera quincena del mes de agosto en el caso de las variedades más tempranas, como pueden ser la chardonnay o la sauvignon blanc».
Lo que no se atreve a dar es una predicción de cosecha para este año, ni en Albacete, Castilla-La Mancha o cualquier otro lugar. Ni él, ni sus compañeros de otras organizaciones, como el albacetense Joaquín Vizcaíno, su homólogo en COAG, o Juan Miguel Cebrián, vicepresidente de Asaja-Albacete.
«Si que creo que la calidad va ser buena o muy buena, porque la uva está muy sana, sin enfermedades», indicaba ayer Vizcaíno, «y que habrá variedades que se adelantarán, como la chardonnay; sobre otras como la airén o la tempranillo, aún no sé si se adelantarán y, si se adelantan, hasta qué punto, todo depende de lo que suceda con la meteorología en las próximas semanas, aún puede una variación de última hora».
En lo tocante a la producción, cree que se pasará de la gran vendimia que se preveía en primavera a una más bien corta, como la del año 2021. Su compañero de Asaja-Albacete, Juan Miguel Cebrián, ni siquiera llega a eso porque considera que el impacto del calor puede llegar a su muy desigual según las variedades.
«No es lo mismo una variedad autóctona que una foránea, una mejorante; ambas bajarán, desde luego, pero creo que la de aquí aguantará mejor», señaló, «aunque en todo caso esto no es normal, la vid puede aguantar bien calores de hasta 32 grados, pero con 40 grados la planta se para, no hace la fotosíntesis, la pámpana se seca, en estas condiciones hacer cábalas con las cifras no tiene sentido».
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