La provincia de Albacete va perdiendo población año tras año. Los datos definitivos del padrón continuo a 1 de enero del 2022, recientemente publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) cifraba en 385.727 las personas inscritas en esta provincia, frente a las 386.464 de la misma fecha un año antes, o lo que es lo mismo, 737 menos, o las 400.007 que estaban empadronados a 1 de enero pero del 2013, o lo que es lo mismo, 14.280 menos sobre el 2022, es decir, un 3,75% menos de habitantes.
De hecho, en el plazo de 10 años no sólo ha bajado la cifra general de empadronados en esta provincia sino que también lo ha hecho en la mayoría de los municipios albacetenses. Salvo siete, el resto ha perdido población si comparamos el padrón que presentaban al 1 de enero del 2013 con el del 1 de enero del 2022.
Así, al pasado 1 de enero del 2022 tenían sobre el 1 de enero del 2013 menos gente empadronada 80 de los 87 municipios de esta provincia, o lo que es lo mismo, el 92% de los mismos, entre ellos, la propia capital. Dichos municipios son: Abengibre, Alatoz, Alborea, Alcadozo, Alcalá del Júcar, Alcaraz, Almansa, Alpera, Aýna, Balazote, Balsa de Ves, El Ballestero, Barrax, Bienservida, Bogarra, Bonete, El Bonillo, Carcelén, Casas de Juan Núñez, Casas de Lázaro, Casas de Ves, Casas Ibáñez, Caudete, Cenizate, Corral Rubio, Cotillas, Elche de la Sierra, Férez, Fuensanta, Fuente Álamo, Fuentealbilla, Golosalvo, Hellín, La Herrera, Higueruela, Hoya Gonzalo y Jorquera.
Además de los anteriores están en esta misma situación: Letur, Lezuza, Liétor, Madrigueras, Masegoso, Minaya, Molinicos, Montalvos, Montealegre del Castillo, Munera, Navas de Jorquera, Nerpio, Ontur, Ossa de Montiel, Paterna del Madera, Peñascosa, Pétrola, Povedilla, Pozohondo, Pozo Lorente, Pozuelo, La Recueja, Riópar, Robledo, La Roda, Salobre, San Pedro, Socovos, Tarazona de la Mancha, Tobarra, Valdeganga, Vianos, Villalgordo del Júcar, Villamalea, Villapalacios, Villarrobledo, Villatoya, Villavaliente, Villaverde de Guadalimar, Yeste y Pozo Cañada.
Por contra, en la situación inversa con más población registrada en los últimos 10 años están el ocho por ciento del total de municipios albacetenses, es decir, Chinchilla de Montearagón, La Gineta, Mahora, Motilleja, Peñas de San Pedro, Villa de Ves y Viveros.
Sea como sea, según el último padrón continuo dado a conocer por el Instituto Nacional como Estadística, entre los 87 municipios en lo que se divide esta provincia, el que registra, no obstante, la caída más abultada en población es el de Villarrobledo al pasar de 26.513 vecinos empadronados a 1 enero del 2013 a 24.886 el pasado 1 de enero del 2022, es decir, 1.627 habitantes menos en su padrón, un 6,1%. Mientras que la subida más abultada en población se ha dado en Chinchilla de Montearagón al pasar de 4.067 vecinos empadronados a 1 de enero del 2013 a 4.497 al pasado 1 de enero del 2022, es decir, 430 habitantes más, un 10%.
No obstante, igualmente hay que señalar, por un lado, que en lo que son los grandes núcleos poblacionales de esta provincia, además de Villarrobledo, han caído en una década en sus cifras poblacionales tanto Hellín al pasar de 31.029 en el 2013 a 30.492 en el 2022, como La Roda al pasar de 16.398 en el 2013 a 15.497 en el 2022, Tobarra, al pasar de 8.021 en el 2013 a 7.758 en el 2022 o Almansa al pasar de 25.279 a 24.224.
Y por otro, que al margen de Chinchilla han aumentado sus cifras de padrón en el 2022 sobre el 2013 tanto La Gineta al pasar de 2.560 a 2.568, como Mahora al pasar de 1.427 a 1.430, Motilleja al pasar de 574 a 660, Peñas de San Pedro al pasar de 1.379 a 1.433, Villa de Ves al pasar de 50 a 60 y finalmente Viveros al pasar de 302 en el 2013 a 335 en el 2022.
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