"Apoyaremos a los jóvenes para conseguir mejor formación"

Josechu Guillamón
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«La obra de la nueva sede será un gasto importante, que, de momento, afrontaremos con fondos propios»

Imagen de Albino Escribano Molina. - Foto: Rubén Serrallé

Albino Escribano comenzó su actividad profesional como abogado en 1995, tras preparar las oposiciones a Notarías. En el año 2006 se incorporó, como diputado segundo, a la Junta de Gobierno del Colegio de la Abogacía, donde permaneció hasta que fue elegido decano a finales de 2017, tomando posesión del cargo en enero de 2018. El pasado 30 de noviembre resultó reelegido como decano.

Ha sido reelegido por la mayoría de sus compañeros, ¿a que cree que se debe? 

Creo que el trabajo que se ha hecho ha sido muy importante y que aquellos que discrepan de ese trabajo se basan en razones distintas de las que verdaderamente pueden argumentarse. En cualquier caso, supone una gran satisfacción el hecho de que te reconozcan de esa manera tan notoria el trabajo realizado por la Junta de Gobierno y quieran que sigas adelante otros cinco años más llevando a cabo este trabajo.

Afirma que ha sido reelegido por su trabajo en estos cinco años, ¿cuáles han sido sus principales logros? 

Hemos trabajado mucho y ese trabajo ha dado sus frutos. Nosotros tratábamos de hacer un Colegio moderno, adaptado al siglo XXI y una de las bases de esa adaptación, era el campo tecnológico. Actualmente, el Colegio puede trabajar telemáticamente en todos los ámbitos y eso trasciende de una forma muy importante respecto de los colegiados y facilita los servicios del Colegio. En concreto, la comunicación con el Colegio puede hacerse telemáticamente desde cualquier lugar de la provincia. La formación también se ha podido realizar de forma telemática, de modo que los compañeros y compañeras puedan acceder a todos los cursos de formación, desde sus propios despachos.

Las bases de datos están disponibles desde los despachos particulares, no tienen que desplazarse, como anteriormente se hacía, al propio colegio a mirar en un ordenador. Además se ha contratado un sistema de formación con una editorial de gran relevancia nacional, para que la tengan en sus despachos.

Por otra parte, también se han creado comisiones externas para lograr la participación de los compañeros en materia de deontología, así como también en materia de honorarios. También se ha tratado de dar una gran visibilidad al colegio.

También han luchado con una situación inusual, como la pandemia.

Hemos estado cinco años, pero prácticamente un año y medio hemos estado muy afectados por la pandemia. La pandemia supuso una transformación total, en la cual se puso de manifiesto la importancia de esa actualización telemática del colegio, permitiendo a los compañeros seguir desarrollando su labor. 

Además han tenido que irse del Palacio de Justicia por decisión del Ministerio.

Yo critico más las formas que el hecho en sí, yo entiendo que unas dependencias públicas quizá deban utilizarse para las cuestiones que el Ministerio considere, parece ser que las que realizamos los abogados no tienen la suficiente consideración, aunque yo en eso discrepo con el Ministerio, pero en cualquier caso, es una opinión legítima y con lo que sí discrepo es con las formas, después del tiempo que llevábamos allí y del servicio que presta la abogacía para la Administración de Justicia, en cumplimiento de la Constitución, creo que se echa en falta algo de humanidad mínima o consideración institucional. Eso ha ocurrido, lo afrontamos como algo positivo y, en definitiva, creo que pronto tendremos nuestras propias instalaciones, en las cuales haremos gala de esa libertad e independencia, con mucha más autonomía, sin sufrir las volubles decisiones que afectan a los órganos de la Administración.

¿Cuándo cree que va a estar lista la nueva sede?

Es bastante difícil decirlo, porque dependemos de varias circunstancias. Ya tenemos bastante avanzada la obra, en el sentido de que se han eliminado todas las barreras que existían dentro de esos locales, propiedad del Colegio de la Abogacía. Se están adaptando los proyectos iniciales a lo que ha aparecido tras eliminar esas barreras y es posible que este mes tengamos un proyecto definitivo, para poder concretar plazos de ejecución de las obras y en definitiva poder establecer un horizonte temporal, en orden a que el colegio tenga unas instalaciones en condiciones, donde poder prestar los servicios que le son propios.

¿Cómo está funcionando la sede provisional a la que se trasladaron el 1 de septiembre?

Están funcionando muy bien, como saben es un piso que está situado encima de los locales que se van a habilitar como colegio y esperamos que pueda incorporarse también a esos locales. Los trabajadores desempeñan su trabajo de la mejor manera posible. Nuestra idea es que el piso quede unido, para disponer de la máxima superficie posible, porque nos es necesario prestar esos servicios que hemos ido incrementando desde que asumimos la jefatura de la Junta de Gobierno y los que pensamos ofrecer de cara al futuro. 

Aunque el local de la nueva sede y el piso son propiedad del colegio, entiendo que poner en marcha la nueva sede va a suponer un gasto para el colegio, ¿cómo se encuentran las cuentas del colegio? 

El colegio está saneado, hemos sido, no sólo nosotros sino los que nos antecedieron al frente del colegio, hemos sido muy prudentes, se intenta trabajar mucho para evitar gastos superfluos y tenemos una situación saneada, aunque obviamente la obra de la nueva sede será un gasto importante, que, de momento, afrontaremos con fondos propios. Recientemente el presupuesto que se presentó por la Junta de Gobierno fue aprobado por la Junta General del colegio, para realizar esas obras y si hiciesen falta mayores cantidades o más fondos, tenemos la posibilidad tanto de afrontarlo con fondos propios, como de recurrir a financiación ajena, que no tendremos ningún problema en conseguir.

¿Qué otros retos se presentan para los próximos cinco años?

Queremos dar bastante relevancia a los jóvenes. Últimamente, como consecuencia de todas estas circunstancias difíciles, la Asociación de Jóvenes Abogados ha estado bastante paralizada y hoy tenemos jóvenes con bastante empuje y que se encuentran con dificultades a la hora de iniciar la profesión. La profesión está complicada y el colegio apoyará a los jóvenes para conseguir una mejor formación y adecuar nuestras prestaciones a sus necesidades.

Queremos potenciar también los medios alternativos de resolución de conflictos o controversias, como son la mediación y el arbitraje, para ofrecerlo a la ciudadanía. También es fundamental para nosotros incrementar el número de servicios a nuestros compañeros.