Concluye la restauración de las tablas de Juan de Borgoña

A.G.
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Las pinturas, halladas durante los trabajos en el retablo de la iglesia de la Santísima Trinidad, serán expuestas por la Junta en Toledo y posteriormente volverán a su emplazamiento original en Alcaraz

Pablo Nieto trabaja en una de las pinturas halladas en el retablo. - Foto: E.P.

La Consejería de Educación, Cultura yDeporte de Castilla-La Mancha confirmó ayer la conclusión de los trabajos de restauración de las ocho tablas de Juan de Borgoña que se hallaron durante los trabajos de reparación en el retablo de a iglesia de la Santísima Trinidad de Alcaraz.

Ese conjunto pictórico, obra del reconocido maestro renacentista, se expondrá durante unos meses en el Museo de Santa Cruz de Toledo y posteriormente volverá a su emplazamiento original, probablemente antes de que concluyan las celebraciones del Año Jubilar por el octavo centenario de la aparición de la imagen de la Virgen de Cortes.

Pablo Nieto, restaurador cartagenero afincado en Albacete, era el encargado de la restauración del retablo y también dirigió un equipo de seis personas que, durante año y medio, ha trabajado con las pinturas en su taller El Parteluz. Con más de 20 años de experiencia y 400 obras restauradas, reconocía a La Tribuna que «este trabajo ha sido muy especial, porque casi nunca se da con un descubrimiento así, que es probablemente uno de los más importantes en lo que va de siglo».

«Es un conjunto de valor importantísimo, obra de un reconocido maestro que introdujo la técnica del Quatroccento italiano en España», proseguía Nieto sobre unas pinturas «que se creían perdidas». Según detalla, «a través de las investigaciones de Aurelio Petrer se había acreditado que Juan de Borgoña había trabajado en Alcaraz y cobrado por unas pinturas, en la misma época en que estaba trabajando en la catedral de Toledo», con lo que la creación de las tablas se data entre 1507 y 1509.

El retablo de la emblemática iglesia alcaraceña sufrió incendios posteriores, lo que llevó a pensar que las pinturas habrían quedado destruidas, pero ahora se ha descubierto que no habían desaparecido, pero sí sufrieron daños. Por ese deterioro, fue probablemente en el siglo XVIII cuando se las cubrió con una capa de yeso, sobre la que se realizaron posteriores repintados.

Así estuvieron, ocultas, hasta que las descubrió el equipo de Nieto durante su trabajo en la parroquia.

Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Ayuntamiento de Alcaraz y Obispado de Albacete colaboraron para sufragar un presupuesto inicial aproximado de 150.000 euros, para el que tambié se contó con apoyos recabados por la parroquia y que posteriormente se vio incrementado por los trabajos que necesitaron las pinturas de Borgoña

 

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