En 1998, cuatro instituciones firmaron un acuerdo para desarrollar una idea que parecía de ciencia-ficción: controlar desde el espacio el desarrollo del regadío en una superficie de casi 10.000 kilómetros cuadrados, la que abarca la Mancha Oriental, situada entre las provincias de Albacete y Cuenca.

Las cuatro entidades eran la Confederación Hidrográfica del Júcar, la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental, la Universidad de Castilla-La Mancha y la Junta de Comunidades. Casi un cuarto de siglo más tarde, el uso de satélites para controlar el riego ya alcanza precisiones superiores al 80%.

Ahora, llega el momento de actualizar el programa Ermot (nombre del proyecto que nació hace casi un cuarto de siglo) y por eso la CHJ sacó a licitación un contrato  para estudiar de la evolución de las superficies en regadío en el ámbito del acuífero de la Mancha Oriental, mediante el empleo de técnicas de observación de la tierra. 

La firma adjudicataria del contrato ha sido Agri Sat Iberia, ubicada en el Parque Científico y Tecnológico de Albacete, por una cuantía de 103.484 euros y durante los próximos tres años. Tal y como consta en la documentación de la licitación, estos trabajos de seguimiento deberán varios cambios de envergadura que han tenido lugar en la zona en los últimos años.

El primero tiene que ver con el clima, pues «la adaptación de los cultivos en la zona a los cambios en el clima, con inviernos más suaves y temperaturas altas hasta bien entrados los meses los octubre y noviembre, supone un nuevo reto para la teledetección y amplía la ventana de trabajo a  incluir en los presentes trabajos, considerándose hasta ahora una campaña entre marzo y septiembre». 

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