Si eres comediante y humorista es seguro que admiras a uno de los grandes ídolos, de los grandes más grandes de todos los tiempos, Groucho Marx. Al que uno que lleva camino de ser también grande/grande, como Rubén Faura, profesa enorme devoción. Aunque le contradiga frente a la quizás su frase más conocida. Aquella de que «partiendo de la nada, hemos alcanzado la mayor de las miserias». Porque el albaceteño, sin antecedentes familiares en esta profesión tan vocacional -«aunque en mi casa sí que ha habido y hay mucho humor», puntualiza- cada día se consolida más tanto en las obras de teatro que protagoniza como en los monólogos. O sea que lleva camino de superar  y aumentar el buen puesto que ya tiene entre los más destacados. Ahí es nada lo suyo: estar anunciado en la siempre difícil y competitiva cartelera madrileña con un trío de espectáculos.

Porque a las comedias Histeriotipos y Recién casados -ambas ya con su tercera temporada desde su estreno en otros teatros-, que sube a las tablas ahora en distintas salas de los Luchana, une el monólogo De Albacete al fin del mundo, en el Teatro del Soho, donde lo ha estrenado este mes de marzo. Como es lógico, consciente del enorme paro que existe entre compañeros de las artes escénicas, no sólo se muestra muy satisfecho, sino que ha alcanzado «algo tan difícil como vivir de esto». Ya en sus inicios vocacionales en el colegio Santo Ángel de Albacete, pensaba dedicarse al arte de Talía en general y a su rama humorística en particular. «Es cierto, aparte de mis esfuerzos he tenido algo de suerte en trabajar en lo que me gusta y encima que te paguen y poder vivir de ello».

Porque, además de las buenas críticas y que llena o casi llena siempre, le ha funcionado el boca a boca. Sobre todo en lo que los espectadores escriben en la web Atrápalo, dedicada a recoger las opiniones del público, en las obras del Luchana. En bien pocos espectáculos de la capital de España se consigue tal unanimidad, ya que con Histeriotipos, con cerca de 2.000 opiniones, la nota media roza, con un 9,8, la perfección, una cifra idéntica a la que obtiene con Recién casados, con más de 1.200 personas que han escrito. Falta saber lo que vaya a ocurrir cuando sigan llegando comentarios con el monólogo -con el que lleva paseándose con éxito por toda España desde hace un par de años-, aunque las perspectivas también son muy buenas, pues ya hay más de 250 opiniones y la nota media es un 9,7. 

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