No habrá toque de queda ni cierre perimetral en la región

Javier D. Bazaga / Toledo
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El presidente Emiliano García-Page lamenta que no se haya prorrogado el estado de alarma y augura un fin de semana «complicadísimo» por la falta de restricciones

No habrá toque de queda ni cierre perimetral en la región - Foto: Javier Pozo

Apenas quedan unas horas, y ya sabemos que Castilla-La Mancha no aplicará el toque de queda una vez decaiga el estado de alarma este próximo 9 de mayo. Al levantamiento del cierre perimetral –que lleva en vigor desde el mes de octubre–, se suma ahora la supresión del toque de queda en la Comunidad. Una medida que se encontraba en «reflexión» y en consulta jurídica, pero que finalmente no se aplicará precisamente porque estos servicios consultados por el Ejecutivo regional «invitan» a no hacerlo, advirtió Emiliano García-Page este viernes.

No ocultó el presidente cierto malestar por el hecho de que no se atendiera su petición de extender al menos un mes más ese estado de alarma, y que obliga a las comunidades autónomas a tomar unas decisiones que vendrían acompañadas de una «tortura judicial» difícilmente explicable, deslizó García-Page. «Vamos a tener que lidiar a partir el domingo con una impotencia extraordinaria» lamentó, ya que «al virus se le había puesto un torniquete, y ahora vamos a tener a mano tiritas y gasas para parar la hemorragia» ejemplificó. «Ojalá no se desencadene otra ola de contagios» deseó, ya que auguró un fin de semana «complicadísimo» ante el levantamiento de estas medidas.

Es por eso que este mismo sábado se aprobarán, en un consejo de Gobierno extraordinario, nuevas medidas que ayuden a controlar el virus, aunque ya ayer apuntó a «decisiones localizadas» en aquellos municipios donde los datos de contagio «se disparen». No obstante, confirmó que las decisiones que se tomarán este sábado irán en una línea «más relajada».

Medidas dispares. Desde el Ejecutivo regional se ha demandado siempre «homogeneidad» en las medidas a adoptar por parte del Gobierno central, o a aplicar por parte de las comunidades autónomas. Una unidad que se ve ahora disgregada en la toma de decisiones territoriales, con regiones que ven amparo en la alerta sanitaria para mantener el toque de queda, como Navarra o Valencia, o tribunales como el del País Vasco que no permiten estas acciones porque podrían anular derechos fundamentales.

Madrid, comunidad a la que desde Castilla-La Mancha se ha mirado continuamente de reojo por la gran conexión que existe entre ambos territorios y movilidad de sus ciudadanos, ampliará horarios.

Limitación de aforos, máximo de personas a reunirse, u horarios de cierre de la hostelería siguen pendientes de una decisión. Por todo ello, García-Page no quiso dejar pasar la ocasión de volver a demandar prudencia, y a continuar «entre todos con las normas de distancia social, mascarilla e higiene, porque no está para nada impedida la posibilidad de que haya una nueva ola de contagios dentro de la vacunación».