El PP de Castilla-La Mancha celebrará su Congreso regional el segundo fin de semana de noviembre en la localidad de Puertollano (Ciudad Real), según han confirmado a Europa Press distintas fuentes ‘populares’.
De esta forma, el actual presidente regional del partido, Paco Núñez, tendrá que enfrentarse a lo que será su segundo congreso regional, después de que el pasado 7 de octubre de 2018 se alzara con el liderazgo de la formación imponiéndose a Carlos Velázquez para suceder a María Dolores de Cospedal, en una cita que se celebró en el Palacio de Congresos de Albacete.
Desde la dirección nacional del PP indican que este proceso se acomete después de las renovaciones provinciales y de la convención estatal del partido, y en primera instancia se agilizarán los congresos en las comunidades autónomas pluriprovinciales para a continuación rematar los congresos en las uniprovinciales.
El presidente del PP regional, Paco Núñez, ha asegurado esta mañana que el Debate sobre el Estado de la Región demostró que en Castilla-La Mancha hay dos modelos, el del PP centrado en «construir un proyecto alternativo para gobernar la región» y el del presidente regional, Emiliano García-Page, «al que no le preocupan los problemas de la Comunidad Autónoma» porque «está aburrido» y vive «de espaldas a Castilla-La Mancha».
En una entrevista en el programa ‘Herrera en COPE Castilla-La Mancha’, Núñez afirmó que García-Page «está en los temas nacionales, en los chascarrillos y en los chistes más que en la gestión de Castilla-La Mancha».
Lamentó que el presidente de la Junta no planteara alternativas para los agricultores y ganaderos o para los autónomos y las pymes, que no defendiera la libertad educativa, para proteger también la educación concertada, que no hablara de potenciar la cultura o el deporte o que no se preocupara del Tercer Sector o del tejido sociosanitario o de mejorar la calidad de la sanidad, bajando las listas de espera o reforzando la Atención Primaria. Por ello, puso en valor las propuestas que presentó el PP, y que fueron votadas en contra por el PSOE, como la eliminación del impuesto de Sucesiones y Donaciones o un Plan de Choque para reducir las listas de espera.