Editorial

La clase política se sumerge en el ambiente preelectoral

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Veremos a los líderes de los partidos políticos nacionales, incluidos los minoritarios, bajar al barro, pero con mensajes en clave de país

Con las elecciones autonómicas de Castilla y León en ciernes, la clase política española se centró en la pugna por el voto y dejó aparcado cualquier otro asunto pendiente, incluida la gestión de la pandemia. El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, participó ayer en un mitin en Andalucía para respaldar a su nuevo barón autonómico, el sevillano Juan Espadas, a quien presentó en sociedad como candidato socialista a la Junta de Andalucía. Los comicios en esta región todavía no se convocaron, pero en los mentideros políticos no se duda de que el presidente autonómico, el popular Juan Manuel Moreno, no agotará el mandato. El líder socialista arremetió contra los populares, al negarse a apoyar la reforma laboral.

Con este panorama, la primera batalla se jugará en Castilla y León, donde Alfonso Fernández Mañueco se presenta para revalidar un Gobierno donde el Partido Popular sea hegemónico. El secretario general, Teodoro García Egea, participó ayer en el Congreso Autonómico de Castilla y León, que está llamado a ser el espaldarazo de Fernández Mañueco en su carrera hacia un nuevo mandato en la región. En ese foro tuvo protagonismo la ofensiva conjunta de varios barones populares contra el reparto de los fondos europeos de recuperación por parte del Gobierno central.

Las distintas convocatorias autonómicas que se celebrarán en este 2022 recién estrenado se convirtieron de la noche a la mañana en reválidas para los políticos nacionales, que se verán las caras con los electorales el próximo año 2023. Por eso, en los próximos meses veremos a los líderes de los partidos políticos nacionales, incluidos los minoritarios, bajar al barro, como se suele decir vulgarmente, pero con mensajes en clave de país, no en clave de las respectivas comunidades autónomas donde estén convocadas las elecciones.

El claro ejemplo está en estos momentos en Castilla y León, donde las palabras de Alberto Garzón, líder de Izquierda Unida y ministro de Consumo, contra la ganadería intensiva sirve de arma arrojadiza entre unos y otros y, a priori, dinamitó cualquier posibilidad de que Unidas Podemos sacara un resultado positivo y lastra en estos momentos al candidato socialista Luis Tudanca. En cuanto en el ambiente se respira ambientes de elecciones los políticos vuelven a mirar al medio rural y se les ve al volante de un tractor o abrazando a un tierno cordero, pero una vez superada la votación, el mundo rural vuelve a sumirse en su crisis estructural, sin que ningún político haga nada por remediar la situación actual.

Mientras tanto, la variante ómicron campa a sus anchas por el país y la recuperación económica tendrá que esperar.