La guerra baja al barro

Agencias-SPC
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Génova tacha de «falsas» las acusaciones de Cayetana Álvarez de Toledo, que asegura que la dirección del PP busca «material incriminatorio» contra Ayuso para filtrarlo en pleno pulso por el liderazgo de Madrid

La guerra baja al barro - Foto: Kiko Huesca

Después de unos días de tregua, sobre todo entre los grandes protagonistas de la batalla fratricida que vive el PP a cuenta del liderazgo de la formación en la Comunidad de Madrid, una nueva cara se sumó ayer a la batalla para echar más gasolina al fuego. Una cara, además, que según narró ella misma -lo cuenta en un libro titulado Políticamente indeseable- vivió en primera persona una situación similar a la que atraviesa Isabel Díaz Ayuso, al haberse enfrentado abiertamente a la dirección nacional de los populares. Se trata de Cayetana Álvarez de Toledo, quien fuera cabeza de lista del PP por Barcelona y portavoz parlamentaria hasta que sus continuas polémicas y su marcada personalidad de verso libre llevaron a Pablo Casado a apartarla del puesto.

 En una entrevista radiofónica, acusó a Génova de estar buscando «material incriminatorio» contra la presidenta madrileña con el objetivo de filtrar la información a los medios para desestabilizar a Ayuso, una persona que, en su opinión, ha «devuelto la ilusión» al partido. La todavía diputada popular pidió que alguien le «explique en qué beneficia al PP cargar contra Ayuso y evitar que sea la líder de la formación autonómica». «Además, es una confesión de debilidad tan grande por parte de Génova hacer una operación de estas características», señaló Álvarez de Toledo,que avisó que «intentar destruir» a la baronesa regional es un «suicidio» para el PP puesto que «consolida el voto a Vox».

A raíz de esas manifestaciones públicas, fuentes de la dirección nacional subrayaron que las «acusaciones» de la exportavoz, que tacharon de «demasiado graves», son «rotunda y objetivamente falsas». En cualquier caso, consideran que «esto no se va a parar». «Echamos agua, donde otros echan gasolina», se quejaron.

Por su parte, fuentes próximas a la presidenta madrileña señalaron que sería «una barbaridad» si se estuviese actuando de esa forma y admitieron que, aunque la situación está «muy enconada», no tienen pruebas de que eso se esté produciendo. Es más, confían en que en Génova no estén «tan locos» como para dar pasos en esa dirección, aunque reconocieron que en la dirección nacional hay personas que «no quieren mucho» a Ayuso.