El carnaval deja paso a la Cuaresma, y si hay algo característico en las noches de los sábados en Chinchilla de Montearagón, es escuchar el sonido de las Bozainas por sus calles y plazas: instrumentos de viento, de más de tres metros de largo, que anuncian ese tiempo de preparación y celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús.
Este año, vuelven los recorridos organizados con bozainas por el entorno medieval que conforma esta localidad, declarado Conjunto Histórico-Artístico en el año 1979, eso sí, guardando la medidas impuestas por las autoridades sanitarias.
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