El pasado fin de semana falleció Alberto Castillo Fuentes a la edad de 89 años. Alberto, como fue conocido en el mundo del fútbol, protagonizó la etapa más brillante del Madrigueras CF, uno de los clubes históricos del fútbol provincial.
Alberto comenzó a jugar al fútbol en 1952, todavía en edad juvenil, aunque su destino estaba unido al del primer equipo del Madrigueras CF, que se federó en 1958 para comenzar su historia en la competición en Primera Regional, tal como se relata en 'Mi segundo libro de la era Molina a San Jorge' de Ángel Fuentes Escribano (1996). Por aquel entonces el equipo madriguerense ya contaba en los filas con varios jugadores de Albacete como Camoto, Pipo Villaescusa, Cóctel, Bartolo o Bienvenido, lo que auguraba, no sin razón, un salto de categoría que resultó inmediato.
Así fue como en la temporada 1959-1960 el Madrigueras ascendió a Tercera División, todo un logro habida cuenta de que por aquel entonces se trataba de la tercera categoría del fútbol español. La aparición del Madrigueras en Tercera División no fue flor de un día, y menos con nuevos futbolistas que lo consolidaron. La plantilla 1960-1961 no solo consiguió la permanencia en la categoría nacional, sino que contribuyó decisivamente al ascenso del Albacete, con el que compartía grupo, a Segunda División. En la última jornada, los blancos golearon al Novelda y el Madrigueras, con un gol de Bemba, derrotó al Cartagena, encarnizado rival de los albacetenses que se vio así privado de jugar la fase de ascenso, según se precisa en 'De blanco a blanco. Enciclopedia del Albacete Balompié' (Francisco Villaescusa, 2022).
Todavía se mantuvo el Madrigueras en Tercera tres años más. En la cuarta temporada (1963-1964) el Madrigueras descendió.
Alberto Castillo, cuchillero de profesión, fue el jugador más relevante de aquel Madrigueras que vivió su época dorada comienzos de los 60. El centrocampista jugó todos los partidos de aquel periodo, en categoría regional y en Tercera División, no en vano le respetaron las lesiones y no sufrió ninguna expulsión. Pese a contar con jugadores de gran nivel portó el brazalete de capitán y fue objeto de respeto en el ámbito del fútbol local y provincial.
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