Desde el día 1 de marzo hasta el pasado viernes 27, el Registro Civil de Albacete ha contabilizado 380 licencias de defunción, lo que supone que el mes finalizará con más de 400 fallecimientos. 

Se trata de unas cifras muy elevadas, especialmente si las comparamos con las del mes de marzo de 2019, cuando se registraron 165 defunciones o con las de 2018 cuando hubo 189 y es que generalmente se contabilizan, de media, unas 175 defunciones al mes.

Como es lógico, el aumento de muertes contabilizadas en el Registro Civil se debe al Covid-19, que se ha dejado notar principalmente la pasada semana, como explica a La Tribuna de Albacete el magistrado responsable del Registro albacetense, Pedro Benito López. «El crecimiento se ha producido en las dos últimas semanas, especialmente en la última, con lo que parece claro que está directamente relacionado con el coronavirus. Las dos últimas semanas han sido tremendas».

A pesar del fuerte aumento de las defunciones y del descenso en el número de funcionarios que atienden el Registro Civil, que ha pasado de ocho a dos, con el fin de evitar contagios, el funcionamiento del órgano es posible gracias a que sólo se realizan los servicios esenciales.

Cabe destacar que estos dos funcionarios que trabajan de forma presencial van rotando para que no sean siempre los mismos.

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