Hasta hace unos años disfrutar de unas vacaciones en autocaravana era algo que sólo hacían unos pocos, sin embargo, en los últimos tiempos se ha convertido en una forma de ocio muy popular, ya que cada vez cuenta con más adeptos.

La mejor prueba de ello, es que según fuentes del Ayuntamiento de Albacete, el aparcamiento de caravanas ubicado en la avenida de España, cuenta con una ocupación que oscila entre el 40% que hay entre semana y el 90% de los fines de semana, que incluso, en ocasiones, llega al 100%.

Como es lógico, el aumento de este tipo de vehículos también lo han notado en la Asociación Castellano-Manchega Autocaravanista (Acama), en la que actualmente hay unos 70 socios, de los cuales el 75% es de Albacete, como explica su presidente, Francisco Javier Sánchez. « El número de asociados ha crecido, lo que pasa es que además de crecer ese número de asociados, también ha crecido mucho el número de autocaravanistas en general, porque mucha gente va por libre».

En cuanto a la razón por la cual se ha puesto de moda el fenómeno de viajar con la casa a cuestas, Sánchez lo tiene muy claro. «La pandemia ha hecho que la gente se vuelque más con este tipo de turismo».

Una afirmación con la que también coincide el autocaravanista albacetense, Enrique Jávega. «En los últimos tiempos hemos notado un aumento de las autocaravanas bestial. Hay que decir que con el Covid, el ir en autocaravana permite tener cierta independencia, porque estás aislado de posibles contagios, como los que se pueden producir en un hotel, donde además tienes que estar todo el día con la mascarilla, porque hay más gente. En la autocaravana estás en casa y no tienes que llevar mascarilla. Creo que el aumento se debe a eso». 

Un crecimiento que ha creado una demanda para la que no hay respuesta, según Sánchez, a pesar del elevado coste que tienen estos vehículos, cuyo precio medio suele estar en torno a los 60.000 euros. «Todo lo que es de alquiler está agotado, las autocaravanas nuevas tienes que esperar un montón de meses a que te las traigan y la demanda es grande, este mercado se ha aumentado un disparate».

El precio del alquiler oscila entre los 120 euros al día que se pagan fuera de temporada, a los 220 euros que se pueden pagar en fechas como agosto o Semana Santa. En temporada baja se exige un alquiler mínimo de tres días, mientras que en agosto ese mínimo es de 10 días, aunque como es lógico esto varía en función de la empresa de alquiler.

Lo que también ha aumentado mucho son las furgonetas camperizadas; es decir, reconvertidas en caravana. «El fenómeno de las furgonetas camperizadas ha crecido también bastante, lo que pasa es que eso tiene otro mercado distinto, más juvenil. Nosotros en la asociación somos gente que va de los 30 a los 70 años. Somos gente que tiene una estabilidad económica y generalmente llevamos un vehículo de más calidad. En cualquier caso, la Asociación Castellano-Manchega es de las más jóvenes de España».

Aunque el crecimiento de los viajeros en estos vehículos se debe al coronavirus, Sánchez está convencido que no es una moda efímera. «Nosotros pensamos que el aumento de autocaravanistas que ha llegado con la pandemia es un fenómeno que ha venido para quedarse, porque si nos fijamos en los países de nuestro entorno, se puede multiplicar por cinco o por seis el número de autocaravanas que hay y también el de áreas de servicio. Lo más normal es que en España pase lo mismo que en Francia o en Alemania».