José Manuel Juiz, catedrático de Histología, investigador y primer decano fundador de la Facultad de Medicina de Albacete, ya tiene su sillón como académico electo de la Academia de Medicina de Castilla-La Mancha, con la medalla número 27, en la categoría de Ciencias Fundamentales. Para su discurso de entrada rescató la figura de Ramón y Cajal, cuyas ideas siguen estando de actualidad a pesar el paso de los años. 

¿Ocupar un sillón en la Academia de Medicina es un espaldarazo a su trayectoria profesional?

Sí, estoy muy contento por muchos motivos, el principal, por lo que representa de ese esfuerzo colectivo a lo largo de muchos años para crear y ahora ya empezar a consolidar esta Academia de Medicina, que esperemos que ya muy pronto sea Real Academia de Medicina. Es un hito más, pero muy importante, para consolidar una medicina del conocimiento, una medicina académica en Castilla-La Mancha, en relación directa con la creación en su momento de la Facultad de Medicina de Albacete y después la de Ciudad Real.

Que la respuesta a su discurso de entrada venga del propio rector y también académico, ¿es un honor?  

Por supuesto, es un honor y un lujo. Que el profesor Garde, colega y amigo, haya sido responsable de recepcionar mi discurso de entrada a la Academia es una doble alegría.

¿Ha beneficiado la pandemia la visión que ahora tiene la población de la necesidad de apostar por la investigación?

El 2020 ha sido un año de transición para la investigación, porque los fondos que ya estaban comprometidos para el desarrollo de proyectos de investigación han seguido su curso y no ha habido impacto en la financiación. Hasta qué punto la priorización de los fondos para investigación con el Covid afectará en fondos para biomedicina prefiero ser optimista, pensar en que toda la investigación está conectada.

Hay que quedarse con la idea de que la pandemia ha supuesto que en su conjunto se refuerce la percepción social sobre la investigación científica biomédica, porque no hay día en que en la prensa no aparezca una información científica, cada vez mejor elaborada y más ajustada a los hechos. Eso significa que el futuro puede ser más brillante. Los problemas que ya estaban, siguen estando presentes en nuestro país, como es un grado de financiación muy bajo, una gestión defectuosa de esos pocos fondos, con problemas estructurales. Viejos problemas que siguen estando ahí y que el Covid no ha resuelto, pero yo me quedo con que ese refuerzo social de la investigación biomédica se traduzca en presión social para que toda la investigación en nuestro país reciba la financiación que ha dejado de recibir durante mucho tiempo. 

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