Optimismo contra la estadística

Ó. Maya (EFE)
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Ancelotti se muestra positivo tras la derrota ante el Barcelona a pesar de que los datos no hablan bien de la actuación del Madrid

Optimismo contra la estadística - Foto: JUAN MEDINA

«Ha sido un buen partido», aseveró Carlo Ancelotti en rueda de prensa tras perder 0-1 contra el Barcelona. Un optimismo en su comparecencia pública que difiere con el resultado y con los datos de un Real Madrid que cerró un encuentro sin rematar a puerta por primera vez en casi tres años y medio.

Tres años, cinco meses, y 13 días -1261 días en total- hacía que el cuadro merengue no terminaba 90 minutos sin disparar entre los tres palos. Fue el 18 de septiembre de 2019, en la derrota 3-0 contra el PSG de la primera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones, con Zinedine Zidane al mando del equipo.

Una inoperancia ofensiva que se hace más flagrante como local, ya que, desde 2010, el público del Santiago Bernabéu no se iba a casa sin ver un acercamiento de verdadero peligro de los suyos.

Además, se dio cinco días después de que, contra el Atlético de Madrid, el conjunto blanco sufriera también para concretar sus oportunidades y generar ocasiones de peligro, chutando tan solo dos veces a puerta, igualando el registro hasta entonces más bajo de la temporada, que se dio también contra el Mallorca, el Rayo y el Villarreal -todos ellos con derrota-.

Una ausencia de poderío ofensivo en el clásico que contrasta con el dato de posesión. Un 64,7 por ciento, que no sirvió para superar la férrea defensa de un Barcelona que salió al Bernabéu con un planteamiento que distó mucho del habitual, de ser protagonistas con balón, y frustró al Real Madrid.

Sin Lewandowski, Pedri ni Dembélé, Xavi apostó por hacer larga la eliminatoria y llevarse un buen resultado a casa; y lo consiguió ante la impotencia de un combinado de Chamartín que no pudo meter miedo a un adversario que llegaba tras dos derrotas seguidas.

Ante la falta de claridad, los de Ancelotti optaron por los centros laterales, algo que el propio entrenador reconoció después que «no es la mejor» opción para el juego de su conjunto. Y se pudo ver antes en el campo.

Demasiados centros

El del Barcelona (29 centros, tope empatado con el partido frente a Osasuna) fue el sexto partido en el que el Madrid metió más de 20 centros; y solo uno de ellos acabó con victoria, frente al Shakhtar 2-1 en la capital de España, después de disparar en 36 ocasiones.

El resto, también contra los ucranianos (1-1), Osasuna (1-1), el Mallorca (1-0) y el Atlético de Madrid (1-1) no permitieron llevarse los tres puntos al cuadro blanco.

Un recurso, el centro, que parece nacer de la desesperación ante la falta de contundencia ofensiva contra rivales de bloque bajo, ordenados y que buscan el contragolpe. Aquí la gran diferencia con el encuentro de hace ocho días en Anfield, en el que la escuadra merengue gozó de espacios y goleó al Liverpool (2-5). Dos realidades muy diferentes.

Vinícius sigue encarando, pero no encuentra socios; a Benzema, que solo tuvo un disparo más allá de su gol anulado por un claro fuera de juego, le falta ese centímetro y chispa que le hacía imparable -y Balón de Oro- la pasada temporada; y Ancelotti ha incorporado a un gran cabeceador como es Álvaro Rodríguez, pero, de momento, sus minutos son testimoniales a pesar de las dinámicas que cogen partidos como el derbi -en el que rescató un punto- o el clásico -jugó siete minutos y rozó un balón aéreo-.

Sin autocrítica

Perder contra el Barcelona en casa y los malos datos ofensivos no invitaban al elogio hacia el Real Madrid tras el partido, pero el entrenador italiano lo vio diferente.

«Ha sido un buen partido», «nos da confianza para la vuelta», «estamos satisfechos con el partido porque no siempre tienes la oportunidad de controlar el juego como hemos hecho», «a nivel defensivo y presión alta ha sido uno de los mejores partidos»... fueron los mensajes de Ancelotti.

Un comportamiento defensivo y de recuperación que ponderó y que, según los datos, se refleja en las entradas ganadas -16 a nueve-; mientras que el dominio se traduce en los 38 despejes que realizó el Barcelona por los 11 de los blancos. Sin embargo, la ofensiva y el resultado mandan, y el Real Madrid visitará el Camp Nou  con la necesidad de remontar.