Cuando Miguel Ríos cantaba aquello de «vivo en la carretera», parece que estaba pensando en José Carlos Martínez Gadea y Luisa María García Martínez, dos aventureros tobarreños que hace cuatro años lograron la hazaña de atravesar toda América en una autocaravana y que desde el pasado 11 de septiembre se han embarcado en su aventura más ambiciosa, atravesar el mundo en su vehículo, que han bautizado como La Española.

Un nombre que le han puesto porque pretenden con él atraer a los curiosos para vender merchandising de su viaje, su libro De Alaska a Tierra del Fuego y tapas españolas en los países en los que puedan hacerlo, con el fin de conseguir ingresos para financiar su viaje, puesto que sus ahorros no serán suficientes para terminar la odisea en la que se han embarcado.

Por el momento, ya han recorrido 10.700 kilómetros, pero serán muchos más, porque prácticamente acaban de empezar. Desde que iniciaron su viaje han visitado más de un centenar de poblaciones de 10 países, concretamente se trata de España, Portugal, Francia, Italia, Eslovenia, Croacia, Bosnia, Montenegro, Albania y Grecia. A estos habría que sumar Austria, pero no lo cuentan porque sólo estuvieron allí de paso.

Aunque su plan inicial tenía que llevarles a Escandinavia antes que a países como Italia, cambiaron de decisión sobre la marcha, como cuenta José Carlos Martínez Gadea. «El viaje se va cambiando sobre la marcha. En un principio la idea era ir hacia Escandinavia, pero se nos echó el invierno encima. La razón es que España nos trató muy bien, disfrutamos mucho viajando por el interior y el tema de venta de merchandising, camisetas, libros y demás se nos dio mejor de lo pensado. No salíamos del país y pasó el buen tiempo y dejamos España el 3 de noviembre, con lo que decidimos no ir a Escandinavia».

Y es que cogieron miedo al frío, después de pasar por el Pirineo aragonés. «En grupos de viajeros que consultamos, nos dijeron que teníamos que ir muy bien preparados a Escandinavia, porque íbamos a llegar el 30 de diciembre, con temperaturas de menos de 20 grados. Tuvimos goteras y mucho frío en el Pirineo aragonés y pensamos que era mejor no ir por Escandinavia y nos fuimos ya a Francia e Italia».

La posibilidad de poder cambiar de planes en cualquier momento es una de las cosas que más les gusta de viajar en autocaravana, como comenta José Carlos. «Viajamos en autocaravana por la libertad que te permite, viajas en tu casa y tienes la libertad de irte cuando quieras y donde quieras. Descubrimos esta forma de viajar atravesando América. No hay  mejor forma de conocer el continente que en un vehículo».

Una opinión que también comparte Luisa. «Viajamos en autocaravana porque te da la libertad de llegar a donde tu quieres, de aparcar en sitios preciosos. Puedes llegar a sitios chulísimos que viajando de hotel es muy probable que no conozcas. Además en autocaravana ahorras muchísimo porque puedes prepararte tu comida, aunque siempre probamos la comida de los países, pero no es el gastazo que supone el comer todo el día en restaurantes».

Los países. Aunque como buenos viajeros Francia ya la conocían, les gustó mucho redescubrirla con su caravana, pero no estuvieron allí mucho tiempo, como señala José Carlos. «Francia nos gustó mucho, pero entre los peajes, la gasolina muy cara y que todo el mundo hablaba que se robaba mucho a caravanas, furgonetas y camiones, no lo disfrutamos mucho y eso que es un país que conocemos y nos gusta, pero estuvimos menos de lo previsto».

Donde si estuvieron más tiempo fue en Italia. «Una buena sorpresa fue Italia, estuvimos un mes y pico y muy a gusto y cuando estás a gusto en un sitio y la gente te trata bien pues te quedas, Italia ha sido espectacular».

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