El año hidrológico 2019-2020 que terminó ayer, 30 de septiembre, fue un año dentro de la media en la provincia de Albacete, o ligeramente por encima de ella, tanto desde el punto de vista de las precipitaciones como desde las reservas de agua en los embalses y eso a pesar de haber vivido el paso de varios fenómenos de gran intensidad, como las borrascas Elsa y Gloria.

Según los informes del Balance Hídrico de la Aemet, la precipitación acumulada entre octubre de 2019 y septiembre de 2020 en la mayor parte de Albacete estuvo entre los 400 y los 500 milímetros. Dos zonas se apartaron de la norma: el extremo más meridional, la zona que linda con Jaén y Murcia, donde cayeron más 500 milímetros y la zona que rodea Almansa, que estuvo por debajo de los 400.

Con estos datos, la provincia albacetense quedó dividida en dos mitades casi idénticas: una situada al oeste de la capital, donde llovió justo la media anual de precipitación (en porcentaje, un 100%-125% del promedio) y la otra hacia el este de la ciudad de Albacete, donde llovió más, entre un 125% y un 150% de lo habitual en esta parte de España. Pero estos datos solo reflejan una parte de la realidad.

Casi la mitad de las precipitaciones registradas en este año hidrológico 2019-2020 sobre las tierras albacetenses se corresponden con el paso de dos fenómenos meteorológicos extremos por el sudeste de la Península Ibérica: la borrasca Elsa, que atravesó la zona entre los días 18 y 20 de diciembre de 2019, y la borrasca Gloria, que nos visitó justo un mes más tarde, entre los días 19 y 20 de enero.

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