El resultado obtenido sobre las toneladas que los ciudadanos depositan en las áreas de aportación para el reciclaje de residuos sólidos urbanos es síntoma de dos realidades: de la marcha del consumo interno y familiar y del estado de sensibilización y concienciación de la población sobre la repercusión de la fabricación, uso, recuperación, reciclaje y reutilización de materiales como el vidrio, el papel-cartón y los envases.

El término municipal albacetense cuenta con 1.274 contenedores de recogida selectiva que puede tener una segunda o infinitas vidas. El 41% de ellos, 523, son iglús verdes destinados al vidrio, un material recuperable infinitas veces al cien por cien.

El 30% de los contenedores destinados a los residuos reciclables de procedencia domiciliaria están destinados a los envases. Son 383 container de color amarillo en los se pueden tirar todo tipo de envases de plástico, tetrabricks y latas, entre otros. El 29% restante, un total de 368, son contenedores de color azul destinados a la recepción del papel-cartón que se desecha en las viviendas particulares.

La mayoría de estos contenedores se encuentran en las denominadas áreas de aportación, a excepción de los iglús verdes, que también están instalados de forma individual en zonas donde abundan los establecimientos hosteleros. De todas las islas destinadas al depósito de residuos reciclables, solo 67 están soterradas en todo el término municipal de Albacete, dado que las 19 que se encuentran repartidas por las pedanías albacetenses son aéreas.

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