El presupuesto que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha consignado para darle continuidad al plan de lucha contra la pobreza energética bajará un cinco por ciento para el año 2022, lo que supondrá las misma rebaja en el número de ayudas a conceder y, por tanto, de familias beneficiadas que no pueden hacer frente a los recibos de los suministros básicos para mantener su vivienda a una temperatura entre 18 y 22 grados en invierno y en los 25 grados en verano, según las recomendaciones de la OMS.

Para el año 2022, el Gobierno de Castilla-La Mancha tiene presupuestados 131.400 euros para el plan de lucha contra la pobreza energética en la provincia de Albacete, lo que supone la concesión de 876 ayudas. El pasado año 2021, el presupuesto destinado a combatir la pobreza energética de las familias más vulnerables en la provincia fue de 138.150, un cinco por ciento más. Teniendo en cuenta que estas ayudas finalistas tienen un importe económico cerrado de 150 euros, los hogares beneficiados fueron 921, es decir, un cinco por ciento más.

Hace dos años, en 2020, durante los meses más duros de la pandemia, cuando se produjo el confinamiento de la población española, el plan de lucha contra la pobreza energética estuvo dotado con 132.600 euros, con los que se pudieron beneficiar 884 hogares.

Cabe recordar que además de las ayudas económicas directas, el Gobierno regional incluye en este plan específico la intervención para suspender o reponer los cortes del suministro eléctrico que se producen por impago de recibos. En este sentido, el pasado año se actuó en 226 ocasiones, mientras que el año anterior se hizo lo propio en 153.

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